miércoles, 1 de mayo de 2013

LA FIESTA DEL 1 DE MAYO, CATÁSTROFE SINDICAL

LA CRISIS Y LA FIESTA DEL 1 DE MAYO DE 2013 Día 1 de mayo, fiesta del trabajo. Vergüenza me produjo el escuchar esta mañana a los representantes de los sindicatos mayoritarios en la entrevista que en la cadena SER les hizo Silvia Inchaurrondo. Parecían Mortadelo y Filemón en estado balbuciente y sin chispa alguna. Un gobierno ineficaz presidido por un don Tancredo no puede dar la medida a las extremas necesidades que el país tiene en todos los aspectos. Un gobierno incapaz, qué únicamente podría pasar sin ruido en circunstancias favorables y de bonanza. Pero ese grupo no posee, en ninguno de sus miembros, la calidad suficiente como para enfrentarse a la situación de precariedad en la que vivimos, y mucho menos para buscar y encontrar las soluciones, o por lo menos el camino a seguir. Dª Angelita Merkel marca la línea de austeridad y estrangulamiento social. Seguramente educada y formada en tales principios, sabiendo, como sabemos, de donde viene, y el señor Rajoy calla y consiente. Su tancredismo es de libro. Pero bueno, como no se le pueden pedir peras al olmo, habrá que esperar, debido a su inutilidad, a que todo se le venga abajo, ya que su gobierno, seguramente, no rebase los dos años de duración. Pero lo que no se puede tolerar es que España tenga unos líderes sindicales, cuyas caras ya estamos más que hartos de ver y aguantar, sin criterio, decisión, ni sangre. Unos vividores quienes esta mañana del 1 de mayo, en la entrevista en la cadena SER con Silvia Inchaurrondo daban, más que pena, asco. Confusos, blandos, y arteramente sumisos por subvencionados, es como se les veía. Esos dos: Cándido Méndez y el señor Toxo, no han de ser aquellos que los obreros necesitan, sobre todo en tiempos tan complicados, para la consecución de empleo y recuperación de los derechos del trabajador. Dos almas pobres, cansadas y sin valía para llevar a cabo lo que se les exige, y por lo que abundosamente cobran. Con tales líderes sindicales está la clase trabajadora en manos de verdaderos inútiles. Con la cuadrilla formada por el jefe de estado, el gobierno, y ellos, todo está perdido y sin perspectivas optimistas. El cambio en este país ha de ser integral y desde todas las cotas y ámbitos de poder. Esto, solo podrán llevarlo a cabo plataformas sociales, al margen de estos sindicatos liderados por un atajo de inútiles que viven de gorra, y desde hace mucho tiempo, y como burla a una clase obrera arrastrada y altamente perjudicada. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 01-05-2013

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