sábado, 13 de junio de 2009

EL NUEVO ROSTRO DEL SOCIALISMO OFICIAL ESPAÑOL

EL NUEVO ROSTRO DEL SOCIALISMO OFICIALISTA ESPAÑOL

Reflexiones de un socialista desencantado, quién como algunos más, vota, y de momento (otros más hartos ya no), únicamente para impedir el avance implacable del filibusterista adversario.

Desde hace algunos años vengo observando el comportamiento del PSOE en todos sus matices, y puedo decir que se asemejan sus más granados representantes, incluso los líderes mediáticos con responsabilidad en diarios, revistas, emisoras de radio y canales de TV, a tontuelos y tontuelas, aunque con ínfulas de arrogante perfección, disimulada en un parloteo mojigato y aparentemente inocuo.
Es bien cierto que a este, en mi opinión, mal llamado socialismo, le falta cintura y talla para definirse como tal. Los socialistas de verdad no lo reconocemos, aún aplaudiendo ciertas cosas como la calidad y valentía de obligadas leyes que nos acercan al resto de la Europa Comunitaria. Barca, es actualmente el PSOE, que navega entre dos aguas y que además suele escorar, aunque sea dulcemente, hacia estribor. Cuando les oigo hablar en los medios, tanto a los líderes políticos como a quienes dirigen y presentan, esos, generalmente insustanciales programas con pretensiones, pero que jamás alcanzan el nivel y calidad que publicitan, me recuerdan un enjambre de monjas novicias y seminaristas con desplome verbal incontenido, discutiendo como algarada de ruidosos gorriones, temas propios de adolescentes, pero con pretensiones de sesudos y ancianos doctores y sabios. Prisioneros de las formas y el eufemismo, pero sin contenido.
Un club de melifluos inmaduros parece el partido socialista, compuesto por aburridos y repelentes niños Vicente. A la manera del personaje creado por el desaparecido Rafael Azcona. Y aunque el niño pudiese resultar entrañable, era insoportable por pedante y redicho.
Ministras, ministros, presidente y demás próceres de este gobierno, resultan, al menos para mí, la estampa de un clero extraño por medio laico, apoyado por un sistema policial acosador de la sociedad, saqueador con patente de corso, y con intolerables prácticas intimidatorias sobre la ciudadanía. Cosas propias de hipócritas tiranuelos. El inefable, entre otros, Tierno Galván, amante y buen conocedor de la juventud, y de las euforias propias de esa edad, y de alguna manera por él, inteligentemente encarriladas, nunca machacadas ni violentamente prohibidas y castigadas en nombre de los camuflados Cisneros y del Torquemada multióptico de la DGT. Les pondría el viejo profesor y añorado alcalde de Madrid, el suspenso más vergonzante, por ser pésimos alumnos, y verdugos de esta sociedad, a la que tienen de mil y una maneras, atemorizada y en continua e innecesaria alerta y precariedad, aunque se nos muestren, ¡qué a nadie engañan!, torpemente disfrazados de paternalistas y perfectos benefactores; ¡Y una mierda! Matacanes de parapeto con aspillera invertida para el dardo más dulcemente envenenado.

Eduardo Fernández Rivas
Fiunchedo; 13-06-2009