viernes, 24 de mayo de 2013

EXORCISMOS EN LA IGLESIA CATÓLICA EN PLENO SIGLO XXI

LA CRISIS Y EL INTEGRISMO CATÓLICO: EXORCISMOS EN EL SIGLO XXI De nuevo el integrismo católico más profundo involucionando al Medioevo. El papa Francisco (Pancho para los amigos), de espíritu alegre y vivaz con algún taxista que otro, con una imposición de manos da pie para que el obispado de Madrid decida preparar a ocho sacerdotes que han de practicar exorcismos, ya que el maligno de nuevo se encuentra entre nosotros. El maligno para el catolicismo, sépanlo, es la ciencia, a la que temen, puesto que erradica la ignorancia y por ende las falsas creencias, dejando al descubierto la iniquidad de tales credos y confesiones. ¿Pero qué disparates tan inmensos debemos observar en los medios propios de este siglo XXI? Provocando la hilaridad con estos escándalos, si no fuese porque muchas personas de buena fe, pero aún con el espíritu enfermo y confuso, debido al peso pernicioso de la tradición católica española, puedan dar crédito a estas blasfemias perturbándoles su orden sicológico. No es tolerable que gobiernos democráticos y racionales consientan este tipo de publicidad encubierta sin hacer nada al respecto. Pienso que aquellos que andan en estas cosas ultramontanas debieran ser llamados a capítulo, como a ellos les gusta decir. Es un delito y un crimen de lesa humanidad engañar a la gente con tales aberraciones. Una buena reprimenda pública habría de ponerles en su sitio y que se dejasen de este tipo y aún otros, de despropósitos dañinos y propios del fanatismo más siniestro, desproporcionado, y obsoleto. ¿En manos de quienes estamos con estos gobiernos que tales cosas permiten, y aún me consta que promueven? No se me escapa que tanto las hadas madrinas como el resto de monjes y monjas seglares camuflados todos en traje de domingo, que gestionan estos gobiernos en España, salidos al albur de la crisis, se sienten muy a gusto dentro de tales manifestaciones que agreden al sentido común y a la razón. Conceptos propios de los seres humanos, aunque por lo que se ve, no de todos. Hay que parar estas cosas y devolver el norte a los opusinos nacional catolicistas gobiernos de este país ¡Ya está bien! La sana república sería la vacuna contra tanta majadería católica. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 24-05-2013

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