LA INFANTONA Y LA JUSTICIA AVENTURERA

LA CRISIS Y LA INFANTONA ¿Cómo se puede ofender a una sociedad en su conjunto e individualmente tras escuchar esta mañana la desimputación de Cristina Borbón? Los países de nuestro entorno, muertos de risa y también llenos de conmiseración, otra vez, se llevarán las manos a la cabeza viendo tales abominaciones, puesto que en ellos, sean o no monárquicos, no se consentirían tales cosas que agreden a las democracias bien estructuradas y ya con recorrido suficiente, como para no cometer tamaños errores. Aunque conjeturo que pueda ser esta suspensión de la imputación una estrategia de sondeo. Su amado padre, il Re, durante el tontorrón discurso de Navidad, bien dijo que todos éramos iguales ante la ley. Mienten más que respiran este tipo de monarcas representantes del Medioevo más casposo y avasallador. Ofenden como en aquellos tiempos en los que gozaban de todos aquellos privilegios de los que se desprendía la ofensa al vasallo y al siervo de la gleba. Derecho de pernada entre otros, y ofensas judiciales desvergonzadas, propias de una judicatura aventurera, y al menos en parte, arrodillada, sometida y cómplice. Vergüenza da ya el vivir en este país de manera habitual, pero cuando se producen situaciones como estas es para salir corriendo y no regresar jamás, de no ser por lo mucho que se le quiere, aunque ello, y a esta situación y a otras me remito, sea un descomunal error. Ahora bien, si las cosas se conducen como deben, y esta sociedad, está tal como pienso, mucho más adelantada en valores y razón que sus gobernantes, entonces, y viéndolo así, acabaremos agradeciendo a esos poderes que tanto nos ofenden muchas veces, el advenimiento de la tercera república por aclamación popular, desde todos los ayuntamientos de España. De ser así, nosotros les estaríamos muy agradecidos a aquellos, por ese su comportamiento que a tal situación de modernidad política e igualitaria nos trajera, cobijándonos bajo la bandera tricolor. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 07-05-2013