lunes, 27 de enero de 2014

LA CRISIS Y LA CUTREZ NACIONALCATOLICISTA

LA CRISIS O MÁS BIEN LA ESTAFA MULTIFORME A estas alturas de situación tan precaria como la que tenemos en este país, ya empezamos a estar hartos de que aquellas gentes en las qué, más o menos confiamos y depositamos la gestión pública de todo ámbito todavía continúen en sus cargos, cuando y sin excepción, se va demostrando de manera imparable la corrupción generalizada que ha sido la causa del mayor desastre que sufre España en todo este tiempo que se nos vendió como una democracia verdadera. Falso, todo ha resultado más que falso y traicionero. Los metidos a políticos de ambos géneros, y de todo nivel territorial, nos han estado estafando delante de nuestras narices, desde el inicio mismo de ese periodo pretendidamente democrático. ¡Qué inmenso engaño! Una pandilla de impostores y farsantes quienes disfrutan de los privilegios originados dentro de una constitución farragosa, estructurada por los representantes franquistas y aquellos advenedizos que tanto prometieron. Todo ello cobijado en la interesadamente creada figura de un pobre rey de opereta que se lo tiene creído. Ahora, y para más INRI, se nos cuela un gobierno con mayoría más que absoluta que pueda ejercer un despotismo descarado y jesuítico. Dio vergüenza el ver al ministro del interior Jorge Fernández rodeado de monjas y encomendando la situación de miseria que vive el país a Teresa de Jesús. Es demoledor para cualquier democracia el ver asimismo a la jerarquía eclesiastica expresarse con toda libertad en diferentes foros con sus desvaríos dogmáticos inmiscuyéndose de nuevo, como en tiempos propios del nacionalcatolicismo, en aquellos ámbitos propios de la cosa pública. Como en este país la UE no ponga remedio a tanta corrupción estructurada y anacronismo católico y peligroso, jamás podremos abandonar la cutrez de donde venimos, y en la que nuestros gobernantes están instalados y todo lo contaminan. Está ya demostrada la inoperancia e incompetencia de nuestros gestores públicos, encompinchados además con banqueros, financieros, empresarios de altura, y todo tipo de poderosos en un intercambio de favores que todo lo corrompe, alcanzando el olor a podredumbre cotas jamás imaginadas en cualquier país serio. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 24-01-2014