martes, 21 de mayo de 2013

LA CRISIS Y SUS VERDADEROS ARTÍFICES

LA CRISIS Y SUS ARTÍFICES Los de arriba de siempre, no habiendo podido soportar la paulatina socialización de los estados, y por ende un reparto más equitativo de rentas y patrimonio, han creado esta crisis con la finalidad de regresar a los tiempos clasistas en los que esas familias detentaban todos los poderes, basados en la acumulación de rentas y todo tipo de prebendas. A las garras cerradas entre las que apresaron sus inmensas fortunas, se les fueron añadiendo otros de nuevo cuño, quienes saliendo de abajo, y traidores a los de su clase, alcanzando el poder político y chanchullero de todo nivel, y al cobijo de una política truculenta que todo lo admitió, aprisionaron entre las nuevas garras y las de siempre, todo el inmenso capital producido por los de abajo. De tal manera, que están tratando de regresar a un malvado tiempo que ha de procurar las dificultades para los mismos de siempre y así volver a cerrar esas garras que durante un poco tiempo se vieron, obligados por las circunstancias sobrevenidas tras la segunda guerra mundial, a abrir tímidamente. Sienten pánico al perder el dominio sobre unas masas que desprecian y de mil maneras someten y humillan. Pero desde aquí, me atrevo a decir qué jamás las cosas volverán atrás. Hoy la preparación y los medios, sobre todo informáticos, instruyen a una ciudadanía que ya está, en mayor o menor nivel, en un camino que no permitirá una regresión o marcha atrás. Esta debacle será superada, aún en contra de esos perturbadores poderes, para nosotros sin nombre, ni apariciones físicas, por esa ciudadanía que todo lo ha de superar. La Revolución Francesa será una nadería en comparación a lo que estas nuevas generaciones harán por defender su presente y asegurar su futuro. De las garras de aquellos, serán de tal manera limadas sus largas uñas que permanecerán inoperantes, y durante mucho tiempo, o quizás para siempre, se les han de terminar las fuerzas, la posibilidad y las ganas de insistir en ese inmovilismo neoconservador, ratero y mezquino. Nadie ha visto que se encendiesen hogueras con montañas de dinero. Por lo tanto está a buen recaudo. Y de ahí, de donde esté, tenemos la obligación de extraerlo y repartirlo entre quienes lo produjeron. Créanme, hay para todos y con abundancia. Tomemos lo que es nuestro. El tesoro infinito de la Cueva de Alí Baba será puesta al servicio público. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 21-05-2013

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