jueves, 11 de abril de 2013

LA CRISIS, ESTADO ACTUAL DE COSAS

LA CRISIS, ESTADO ACTUAL Resulta ya de tales características la llamada crisis, que ese estado actual de cosas, es posible, si no se toman medidas eficaces, alcance una explosión social de efectos devastadores. No se puede tener a la gente sin trabajo en un 27% durante tanto tiempo, y según parece la cosa es posible que se alargue, sin que la respuesta social sea dramática. Ninguna sociedad, a través de la historia ha soportado, al menos que yo sepa, semejante oprobio, producido además por unas políticas muy alejadas de la sociedad trabajadora, quien a fin de cuentas es la que produce esa riqueza que otros, mediante este tipo de políticas, se le han beneficiado, atrapándola para sí y sin un reparto equitativo. Dejan por lo tanto, a quienes producen, fuera del reparto. Si acaso les engañan con unas migajas para que de esa manera no protesten. Vemos a políticos de todo nivel enriquecerse sobradamente. Todos sabemos que ellos nada producen. Por lo tanto ese enriquecimiento tiene su origen en el espolio y saqueo de la producción pública, gestionado dentro de unas leyes y políticas que manejan a su antojo, y que favorecen el fraude desde arriba. Esperemos que un día no vivamos la experiencia antigua, pero favorecedora de nuevos sistemas políticos, como fue aquella del asedio y toma de la Bastilla, que dio lugar a la sanísima y redentora Revolución Francesa. No quisiéramos vernos inmersos en una debacle bélica de sur a norte que pudiera ser de trágicas consecuencias, y que incluso podría dar motivo a la aparición de peligrosos salvapatrias militares. Esta experiencia ya la conocemos, y es de bien triste recuerdo. Lo que sí es bien cierto, es que los que han creado este disparate no van a sacarnos de él, y la sociedad lo sabe. Ellos, tercamente se empeñan en ser nuestros salvadores, y la gente no es tonta, de ahí que el peligro sea verdadero, sobre todo al tratar de cegar y controlar esos escraches que tenían un efecto paliativo y de desahogo en el tema de los escandalosos desahucios. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 11-04-2013

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