jueves, 16 de abril de 2015

REFORMA LEY DEL ABORTO, ESPAÑA DE NUEVO EN POLOLOS

Reforma de la ley del aborto: el baile pepero de la Conchinchina Resulta insultante el ver a los ministros del PP llenándose la boca acerca de la reforma de la ley del aborto, a la búsqueda involucionista en tal materia, que nos retrotraería a épocas de tristeza y autoritarismo político propias de un franquismo ultraconservador, inserto en un fundamentalismo católico de corte yihadista y segregador de la mujer y sus más naturales y esenciales derechos. La confusión y ambigüedad que distingue el errático proceder del partido en el gobierno, tanto en este caso como en otros, deja bien patente el defecto de programa social, únicamente a la búsqueda obsesiva de permanencia en el poder sin más. Defrauda al amplio sector ultracatólico que lleva en sus filas, así como a toda una sociedad que tras alcanzar unas libertades esforzadamente adquiridas pretende eliminarlas de un plumazo. Está Rajoy y su equipo tan perdido, que solo consiguen dar palos de ciego, convirtiéndose en el foco de las risas de todas las personas de bien. Un gobierno a la deriva, que debido a tanto titubeo y falta de seriedad tiene los días contados, y su presidente, el señor Rajoy, pasará a la historia como alguien sin mientes ni fundamento político alguno. La imagen propia de un oportunista que alcanzó la máxima autoridad política de España debido únicamente a unas especiales circunstancias. La reforma de la ley del aborto, que sí, que no, que ahora de esta manera o más bien de la otra, ha puesto de manifiesto su torpeza e incapacidad para el elevado cargo que para nuestra desgracia detenta. Incluidos los suyos. No le soportan. Y Pedro Sánchez, le acompaña en la deriva de la estupidez propia, pulsando en el congreso el botón contrario. ¡Vamos, de risa! La caga en Washington, y aquí le pone la guinda a tan indigerible pastel. Por un lado y por el otro, una panda de inútiles fachendosos y de circunstancias. No hemos visto a las mujeres del PP manifestarse acerca de la reforma de esa ley que tanto les afecta. Resulta vergonzante y esclarecedora su falta de sensibilidad en aquello que tanto les atañe. Unas oportunistas silenciosas de velo católico ante los machos dominadores de su partido. ¡Una vergüenza! Los obispos, unos bollos preñaos de soberbia que se frotan las manos y la oronda barriga con la alegría propia de saberse los amos. Aunque el fracaso les esté dando en las narices, y su cofradía se esté viniendo abajo sin remedio. La renovación política de España está, y de manera insistente, golpeando las puertas. Abrámoselas por las buenas o las echarán abajo, y permitamos que el aire nuevo y fresco regenere lo que ya es irrespirable. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo-Sada, 16-04-2015

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