ESPERANZA AGUIRRE Y CRISTINA DE LAS CIEN FUENTES

Desesperanza Aguirre y Cristina Cienfuentes Una pareja a lo mochales de la mano de un orate ¡Pobre Madrid! sí, dios no lo quiera, ganasen las elecciones la Desespe con y la Cienfuentes. ¡Pobre capital de España y su comunidad!, dos tontas que además no se soportan, y que pretenden darnos a entender lo contrario. Se creen que la gente de Madrid es idiota de profundis. La una, con su tonta y menguada pollera colorá y la espantada de los agentes de movilidad, y la otra, regalando coleteros, y luciendo coleta en un ejercicio abierto de estupidez bananera y populismo envidioso, hacia la natural coleta de Pablo Iglesias, que le distingue, además, desde el inicio de su aparición como líder de “Podemos”. Dos caricaturas políticas de la mano de un orate. De risa la una y la otra. La condesa consorte con ganas de semejarse a la Cayetana de Alba de los tiempos de Goya. En aquella, era natural su casticismo, el de esta resulta ramplón, revenido, e interesado. Una caricatura o postureo que se dice ahora. No engañas a nadie Esperanzita. ¡Retírate ya y no des más el coñazo! ¿Es que no ves que pareces tonta de capirote? Y la Cienfuentes, ¡vaya por dios! Esperpento relamido como gato chorreado, y que va también en plan demagogo, como si no conociésemos a la niña. Pone carita de ángel de tebeo de los años cincuenta, con la intención de embaucar a una sociedad que está muy por encima de ella. Como dice en la zarzuela “Doña Francisquita” Aurorilla La Beltrana, refiriéndose a Fernando y a su amigo Cardona: “¡Hay Jesús, que dos figuras”!, “¡Nos va a lucir el pelo!” responde Cardona. Habiendo personas de verdadero talento democrático bien conocido, ejemplo: Manuela Carmena y algunos otros nombres, ¡¿cómo Madrid se va a dejar seducir por semejante dúo de recortables de mariquita, que además insisto no se soportan?! Como dos moscas cojoneras en el ónfalos de España. ¡Menuda!, si estas dos pájaras dicharacheras y alborotadoras tuviesen la oportunidad de triunfo. Madrid a la mierda, y ellas a descabello. Se arrastrarían por lo pelos a la mínima, y acabarían arrancándose los ojos… Madrid por el sumidero. ¡La Hostia! ¡Por la Virgen de la Esperanza, y por los cien ojos de Argos retiraros ya, dais pena! Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo-Sada, 03-04-2015