domingo, 27 de abril de 2014

BIG BANG Y POCO MÁS

BIG BANG Y LA TEORÍA DE LA PAVESA Tras la gran explosión surgida de un magma infinito incandescente y con elementos antagónicos, las pavesas lanzadas a través del universo surgidas de tal hecatombe, y tras el rozado violento en su vertiginoso girar que redondean sus formas externas dan lugar a una serie infinita de cuerpos que llamamos estrellas que a su vez desprenden pavesas menores que giran en torno a las primeras. Estas segundas pavesas, dependiendo de su mayor o menor cercanía a su estrella o pavesa primigenia, podrán desarrollar unos sistemas de vida adecuados a la temperatura de su superficie. Esta será el producto de la cercanía a su sol combinado con el propio calor emergido de su interior incandescente. Todas esas pavesas, las primigenias y las segundas, tendrán durante su expansión errante por el universo, cada una con sus dependientes, una duración de millones de años adecuada a la emisión de calor de las primeras, acompañada de la luz que produce sobre la superficie de las segundas pavesas, permitiendo así que los diferentes sistemas de vida y especies hagan su aparición desde minúsculos y microscópicos organismos que alcanzarán, después de un lento desarrollo, la vida que hoy conocemos en nuestro planeta. Las pavesas, lo mismo que las de una hoguera común, y ella misma, continuarán en su errante viaje vertiginoso, para nosotros indetectable, hasta su apagón definitivo en ceniza que irá creando el nuevo magma. Entonces el tipo de vida que conocemos desaparecerá sin más. Será cosa de millones de años, pero tan verídico como su accidental inicio. Ni divinidades ni otras tonterías similares, ni más misterios que este que aquí describimos. Y seguramente que antes de este big bang hubo otros, así como otros vendrán también en un círculo vicioso inacabable. La mente humana no está capacitada para alcanzar a entender cómo se produjo el magma primigenio. Las divinidades fueron creadas en tiempos antiguos para dar una explicación paracientifica adaptada a la época. Solo la mentira católica, la judía, y la islámica, ramas del mismo árbol, mantienen en nuestro entorno esa falacia como negocio e inhumano control de las masas. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 27-04-2014

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