jueves, 1 de mayo de 2014

UNO DE MAYO ¡QUÉ RISA Y QUÉ PENA!

UNO DE MAYO DÍA DEL OBRERO Uno de mayo día del trabajo o del obrero ¡Qué sarcasmo! Las cosas como están no permiten tales frivolidades. El trabajo y el obrero se encuentran en tal precariedad y miseria multiforme que esa fecha debiera convertirse, no en correctas procesiones laicas de trabajadores y sindicatos como nos tienen acostumbrados, sino en reivindicaciones serias y tumultuosas que dieran al traste con los explotadores que nos humillan y arruinan. Manifestaciones alteradas que atemorizasen a todos los que nos han traído hasta esta situación de pobreza trágica e indigna. El uno de mayo, insisto, llegados al punto en que nos encontramos debiera ser la bandera revolucionaria desde abajo, y cada año, para recuperar lo que nos pertenece por natural y derechos adquiridos con grandes esfuerzos y tiempo, perdidos por obra y desgracia de quienes mandan. Entre políticos, banqueros y tantos otros que se han enriquecido hasta niveles infames en base al expolio social más profundo y reprobable. No confiemos en que los mismos que nos han llevado al desastre sean quienes nos han de arreglar el asunto. ¡Vamos listos! Sus palabras de esperanza inmediata no son más que argucias para ganar tiempo a la espera de que las cosas se vayan solucionando por sí mismas aunque sea un poco. Las miserables migajas que alegran al perro mientras el amo se llena de pasteles y viandas de altos precios, y coches y viviendas de altísimo nivel extraído todo del esfuerzo robado a la clase trabajadora. Ninguna sociedad que se tenga por demócrata y valiente puede permitir que se burlen de ella impunemente tal como se está haciendo. Salvaron a su banca con nuestros dineros y no hubo la respuesta adecuada. Una marea de políticos corruptos de ambos géneros que mientras cobraban sobresueldos ocultos durante años, y configuraban así la desgracia social surfeando entre billetes de 500 euros y puerta giratoria, tras su imputación y demostración, continúan impunes y en sus puestos y cargos riéndose de esta infeliz ciudadanía. No invito desde estas líneas a la violencia, sencillamente expongo la realidad y que cada cual y en conjunto actúe de manera proporcionada a la agresión producida desde arriba y por los diferentes estamentos de poder. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 01-05-2014

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