LA CORRUPCIÓN GENERALIZADA Y LA CONSENTIDORA JUSTICIA ESPAÑOLA

LA CORRUPCIÓN GENERALIZADA Y LA JUSTICIA Estamos a estas alturas de la corrupción, acostumbrados a que cada día salten nuevas noticias en ese ámbito. Y desde aquí denunciamos que la justicia, o mejor dicho la injusticia de este país es culpable directa, debido a sometimiento interesado. Se hace muy difícil el poder vivir en un país con tales circunstancias creadas, qué no venidas debido a causas externas o de casualidad sorpresiva e indetectable. ¡Qué va! El engaño dulce de un bienestar falso, y al que durante años hemos estado sometidos no fue más que la operación oculta de fraude y estafa estructurados desde unos poderes que traicioneramente se nos mostraron como honestos y eficaces, cuando la verdad es que pretendían robarnos impunemente cobijados en esa justicia, que se nos ha revelado injusta por estratégicamente lenta y cargada de argucias procesales que permiten la confusión que beneficia a los delincuentes de guante blanco y aún de colores. Es una peste el continuar viendo a imputados y condenados de ambos géneros y de todo color político pasearse por los medios, y aún desde sus cargos, como si fuesen héroes de la democracia, en una burla y sarcasmo hacia esta sufrida sociedad. ¡Y continúan presentándose para renovar o acceder a cargos mayores! ¡Qué desvergüenza y que humillación social! Un país serio no admite tales cosas. Cada vez que vemos las mismas caras presentándose, supone una tal agresión a la dignidad ciudadana que ganas nos vienen de armarnos con la recortada y dar los escarmientos justos y necesarios. La Zarzuela que yo llamo la cueva del zorro, o la Moncloa, en estos momentos la conejera nacional, y el partido mayoritario de la oposición; un PSOE en situación de réquiem, se muestran compinches de la situación, cacareando unos y otros las prontas mejoras si les votan, después de ser los artífices del desastre. ¡Qué burla! Y la juventud sin sangre no hace más que declaraciones tontas, sin eficacia, y escaparse al extranjero como medida de solución. ¡Qué gran equivocación! Palos y más palos a los sinvergüenzas de la judicatura que interesadamente todo lo permitieron y permiten, y a esos empresarios explotadores, y sobre todo a los políticos verdaderos causantes de la peste que nos invade. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 05-05-2014