jueves, 29 de agosto de 2013

EE.UU EL GENDARME DEL MUNDO

EE.UU. GENDARME DEL MUNDO ¿No han buscado desde el final de la segunda guerra mundial aquello de convertirse en gendarmes del mundo? Eso sí, compartido de alguna manera, y durante un tiempo, con sus adversarios los rusos y sus satélites. Bien, querían ser gendarmes, pues ya lo son. Lo que no querían era oposición a su labor. ¿No se inventaron un nuevo país llamado Israel que no es más que una base logística y geoestratégica camuflada en ese territorio cruce de culturas y civilizaciones siendo así llave de tres continentes y el punto más ardiente desde la más remota antigüedad? Ser el amo del mundo está muy bien, sobre todo para estados jóvenes y activos. Lo que no pensaron es que toda esa responsabilidad conlleva otras cargas menos satisfactorias. Aquellas que también se derivan de tal cargo como son los enemigos múltiples que te buscas. Sobre todo aquellos de cultura diferente y enfrentada. Los países islámicos, quienes desde Lepanto, no soportando la derrota y el aislamiento, buscan de mil y una maneras el ofender a quienes consideran desde siempre infieles, y por lo tanto renegados de la verdad verdadera. Julio César tras cruzar el Rubicón, y antes de una persecución definitiva a los pompeyanos, cuida su retaguardia y en Ilerda vence a los republicanos para cuidarse de ataques por la espalda que pudiesen dar al traste con sus fines. Ninguno de los gobiernos de EE.UU cuidó como es debido, su retaguardia ideológica en esta línea. Desde Vietnam ha ido perdiendo todas aquellas incursiones más que guerras, en las que se haya implicado como gendarme. Un camuflaje a la búsqueda de intereses petroleros y otros. Ha dejado Irak echo un caos ingobernable, Afganistán lo mismo. El norte de África un desastre, y el petróleo arteramente buscado no se ha conseguido. Un país con una política exterior caótica y pistolera que en los tiempos que corren ya no conviene. Ahora en Siria, el presidente Hussein Barak Obama no sabe como ejercer su labor de gendarme. Tiene miedo. La retaguardia y el enemigo, lo mismo que en los atentados de 2001, los tiene en casa. Esperamos y deseamos que la foto de las Azores no se repita. Aquello resultó en un trágico desastre. Lo de ahora pudiera ser mucho peor. Siria tiene armas más que suficientes como para darnos algo más que un susto. Rusia le protege y suministra, y por ello el desencadenante de una intervención norteamericana en la zona podría ser apocalíptica, y posiblemente el desencadenante de un conflicto bélico mundial. En la actualidad, esas y otras cosas deben tratar de solucionarse de manera diplomática, pero con verdadero interés, ni simulado ni en diferido. Pero no olvidemos que tanto Rusia como EE.UU. basan la mayor parte de sus rentas en la fabricación de armas y en su venta. Un conflicto mundial repercutiría en inmensos beneficios que de nuevo los llevaría, cada uno en su territorio y sus satélites, al infinito poder económico que todo lo mueve y conmueve. Dios nos pille confesados… ¡y soy ateo! Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 29-08-2013

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