jueves, 11 de abril de 2013

LA CRISIS Y LA EMIGRACIÓN ACTUAL

LA CRISIS Y LA EMIGRACIÓN ACTUAL Una parte sustancial de los cerebros mejor preparados de nuestra querida España, por obra y desgracia de la crisis, han de buscarse las habas fuera del solar patrio. Es bien triste para un país, después de invertir un capital enorme, tanto en tiempo, ilusiones y dinero, en la preparación de nuestros jóvenes de ambos géneros, el que ahora tengan que emigrar al Reino Unido, Alemania y otros, para que allí puedan desarrollar sus enormes posibilidades. En esos países qué sin inversión alguna en la preparación de tales cerebros, vayan a disfrutar y aprovecharse de sus potencias, ¡qué burla! Resulta frustrante para ellos, y para España, el tener que consentir tales despropósitos. Es aberrante qué quien produjo la maravilla tenga ahora que desprenderse de ella por la mala cabeza de unos políticos incapaces, más interesados en su propio beneficio que en el interés público. No emigran las gentes sin cualificación, ya nadie las quiere, ni dentro ni fuera. Eran aceptadas como mano de obra barata y servil hace muchos años en esos mismos países, donde, como medio esclavos realizaban aquellos trabajos que los autóctonos despreciaban. La pérdida de una gran parte de nuestras dos últimas generaciones, preparadas como jamás hubo en esta España, aún de curas y antaño también de servicio militar, resulta en una tragedia digna de la sagaz y vibrante pluma de Eurípides. ¡Que huérfana quedará nuestra industria y progreso con la falta de tales hombres y mujeres! Los diferentes gobiernos de la nación tienen la obligación de buscar fórmulas para detener esa sangría que nos debilitará para muchos años. No debemos permitirlo. Pónganse a pensar de inmediato nuestros políticos y quienes tengan competencia en el asunto, y detengan esta funesta brecha que nos enferma gravemente, y puede que se cronifique. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 11-04-2013

LA CRISIS, ESTADO ACTUAL DE COSAS

LA CRISIS, ESTADO ACTUAL Resulta ya de tales características la llamada crisis, que ese estado actual de cosas, es posible, si no se toman medidas eficaces, alcance una explosión social de efectos devastadores. No se puede tener a la gente sin trabajo en un 27% durante tanto tiempo, y según parece la cosa es posible que se alargue, sin que la respuesta social sea dramática. Ninguna sociedad, a través de la historia ha soportado, al menos que yo sepa, semejante oprobio, producido además por unas políticas muy alejadas de la sociedad trabajadora, quien a fin de cuentas es la que produce esa riqueza que otros, mediante este tipo de políticas, se le han beneficiado, atrapándola para sí y sin un reparto equitativo. Dejan por lo tanto, a quienes producen, fuera del reparto. Si acaso les engañan con unas migajas para que de esa manera no protesten. Vemos a políticos de todo nivel enriquecerse sobradamente. Todos sabemos que ellos nada producen. Por lo tanto ese enriquecimiento tiene su origen en el espolio y saqueo de la producción pública, gestionado dentro de unas leyes y políticas que manejan a su antojo, y que favorecen el fraude desde arriba. Esperemos que un día no vivamos la experiencia antigua, pero favorecedora de nuevos sistemas políticos, como fue aquella del asedio y toma de la Bastilla, que dio lugar a la sanísima y redentora Revolución Francesa. No quisiéramos vernos inmersos en una debacle bélica de sur a norte que pudiera ser de trágicas consecuencias, y que incluso podría dar motivo a la aparición de peligrosos salvapatrias militares. Esta experiencia ya la conocemos, y es de bien triste recuerdo. Lo que sí es bien cierto, es que los que han creado este disparate no van a sacarnos de él, y la sociedad lo sabe. Ellos, tercamente se empeñan en ser nuestros salvadores, y la gente no es tonta, de ahí que el peligro sea verdadero, sobre todo al tratar de cegar y controlar esos escraches que tenían un efecto paliativo y de desahogo en el tema de los escandalosos desahucios. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 11-04-2013

martes, 9 de abril de 2013

SARITA MONTIEL Y MARGARET THATCHER

LA MUERTE DE DOS GRANDES Y CONTROVERTIDAS MUJERES Las dos, Sarita Montiel y Margaret Thatcher, tan grandes como controvertidas. Creo que jamás podrían ser amigas. La británica con mente de tendera elevada a la grandeza de la política nacional y aún supranacional, resultó una ultraconservadora prepotente e involucionista. Amiga de un desalmado dictador como fue Pinochet, y caballo de Troya en relación con la Unión Europea. Pareja desmandada de Reagan en el complicado asunto de las islas Malvinas, en traicionero comportamiento de ese presidente de EE.UU. a los pactos panamericanos que obligaban a defender el territorio continental de agresiones externas. Fundamento su política de recortes sociales de la actual crisis internacional. Primó escandalosamente a los mercados en detrimento de los estados reguladores. De aquellos polvos vinieron estos lodos. Me imagino que sus muchos remordimientos de aplicación de una política de tendera, mezquina y pesetera, la llevaron a darse a la bebida más de lo conveniente, arrastrándola a una demencia, posiblemente inserta en la perturbación causada por sus políticas desaforadas y profundamente antisociales. La española, nuestra bellísima e inteligente Sarita Montiel, hizo más beneficio por su país que la otra por el suyo. Llenó con su belleza y sus canciones una España plena de hambre y miserias de todo tipo. La felicidad, picardía inteligente, y ternura, puestas con primor en sus papeles, ayudaban a recuperar el ánimo de un país asolado por la vergüenza de un autoritarismo cruel, rencoroso, y discriminatorio. Nuestra Sarita estableció lazos de cultura dentro del cine de la época, con lo más difícil. Salida de la nada y de un país casposo, logró encandilar a actores de Hollywood; besarse con Gary Cooper, casarse con el director Anthony Mann, y cargar de envidia a alguna de aquellas divas del celuloide mundial. Sus éxitos, fueron una de las mayores felicidades que esa inigualable mujer nos proporcionó durante muchos años, y que jamás este envidioso país le reconoció como es debido. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 09-04-2013

domingo, 7 de abril de 2013

LA CRISIS REGIA Y ALEDAÑA

LA CRISIS REGIA Y ALEDAÑA ¡Loa, loa a nuestros reyes! Pues de su mano nos ha de llegar la deseada república que nos sacará de tan funesta situación. ¡Loa también a su directa familia y aún a la bastarda! De los comportamientos de unos y otros nos vendrá el nuevo y democrático sistema republicano, del que tanto este infeliz país necesita. Están haciendo oposiciones brillantes como para que se les expulse de los tronos, y se les despoje de la corona y manto real. Llegará un día cercano en el que veamos a estos reyes abandonar el palacio de la Zarzuela, sosteniendo en sus manos, únicamente unas maletas con sus cosas personales y poco más. Las cuentas bancarias, tanto aquí como aquellas de los paraísos fiscales, totalmente bloqueadas hasta que sean devueltos todos y cada uno de los dineros y patrimonios obtenidos de manera irregular en base a aquello tan detestable de por ser vos quien sois. Se acabarán todos los manejos políticos derivados de pactos y acuerdos tácitos o explícitos mediante los cuales, ninguno de los poderes de este país se controlaban, mirando todos para otro lado y dejándose hacer. Ese comportamiento, en el que una gran mayoría de medios, agradecidos por subvencionados, con un blindaje a esa familia, tuvieron también una gran parte de culpa en el advenimiento de tales desastres. La tercera república está, gracias a ese comportamiento soberbio y arrogante, aunque tontuno, del monarca Borbón y sus vástagos, más cerca de lo que nos podamos imaginar. Abajo ese tipo de dinastías qué como la historia como maestra de la vida “Historia est magistra vitae” (Cicerón) nos enseña, y de la que debemos aprender para no cometer los errores del pasado. De eso en Europa sabemos mucho. Insisto, debemos dar gracias a sus majestades y vástagos por la gran labor que están realizando a favor del advenimiento de la tan necesaria tercera república. Se restauraría además la verdadera legalidad política tras la muerte del dictador. Dando al traste con lo que fue el fraude de la llamada transición, qué no fue otra cosa más que una imposición autoritaria sibilinamente solapada. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 07-04-2013

sábado, 6 de abril de 2013

CONFARREATIO PRINCIPESCO QUEBRADO

Título del cuadro: BODAS DÉLFICAS (1987) Óleo sobre lino Medidas: 116x89cm Autor: Eduardo Fernández Rivas CONFARREATIO PRINCIPESCO De escándalo. Una pareja qué como ninguna debiera defender el matrimonio confarreatio, tomado por el catolicismo de entre las tres modalidades existentes en la Antigua Roma, está, al menos por parte de ella, la amada esposa, Cristina Borbón, dejando a ese sacramento por los suelos. ¿No ha jurado durante el rito católico lealtad a su esposo, lo mismo que él, y ante su dios, para permanecer juntos y unidos en lo bueno y en lo malo? Esta señora carece de dignidad y honor. Viendo a su amante esposo sufrir los peores males de su vida, y sabiendo toda la sociedad de su participación en los hechos que a su esposo atenazan, ¿no debió desde el primer momento tomar la decisión de acompañarle? diciendo públicamente que allí a donde lleven a su marido ella también lo seguirá. ¿No disfrutó de las prebendas y plusvalías que aquellos negocios produjeron? ¿Era acaso tan tonta como para no saberlo? ¡Vamos, de risa! Esa modalidad de matrimonio católico, está siendo arrastrada, por quienes, con más obligación histórica que nadie, debieran respetarlo. Luego, nos sale el padre, a la búsqueda desesperada e imprudente, de abogado defensor. Se ha lucido el señor con la elección de un político frustrado en sus ansias de mandamás. Tal elección, resultará en sus efectos, tan frustrante como en el caso político del señor Roca, quien insistente hasta la saciedad hubo de retirarse al no haber alcanzado sus propósitos por falta de apoyo ciudadano. Don Juan Carlos Borbón ha cometido otra de sus habituales torpezas. La honorabilidad de las gentes regias, así como la de toda la aristocracia, ha sido ab illo tempore, inexistente, aunque presuman de ello, jamás la han tenido. Si hurgamos en el pasado de toda esa casta aflorarían el como han conseguido tales prebendas. Y a los hechos me remito. Despreciables comportamientos. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 06-03-2013

HOMOSEXUALIDAD Y HOMOFOBIA

ESCENA HOMOFÓBICA Abochornado asistí hace unos días a una escena en un conocido centro comercial de A Coruña, al pie de las escaleras mecánicas, cuando un joven que se acercaba tomando la mano de otro fue increpado por su padre, quien bajaba y contemplaba desde todo el recorrido la escena. Las increpaciones fueron de lo más desagradable y cruel. El joven estaba mudo, y paralizado ante el comportamiento de la autoridad paterna delante del numeroso público que se sentía molesto. El padre renegaba del hijo llamándole de todo lo peor. El progenitor no gritaba, pero su gesticulación era demoníaca. El joven acompañante queriendo defender a su amigo fue detenido por una fulminante mirada y la mano en alto y amenazadora del agresor. No pudiendo contenerme, manteniendo una prudente distancia, le dije que la homosexualidad era sencillamente una condición natural, y que por lo tanto nadie estaba autorizado a ponerla en entredicho, y mucho menos a descalificar e insultar a esa personas. Generalmente muy inteligentes. Me llamó de todo. La gente allí concitada me daba abiertamente la razón. En la antigüedad, nadie ponía en cuestión ese tipo de naturalezas. No existía tan siquiera el término homosexual. El amor, naturalmente, se manifestaba de variadas maneras, y así se entendía, sin más. En la mojigata Roma imperial, ya contaminada de un cristianismo torpe e ignorante es cuando van tomando forma ese tipo de discriminaciones, al tiempo que se han de ir acuñando los términos más vergonzantes. El padre de nuestra escena resultó ser médico. Cuando le dije que más importante que el título era el respeto a la persona, comenzó, de alguna manera a sosegarse. Todo terminó bien. Nos dimos la mano, aunque su hijo y el compañero se las soltasen y subiesen las escaleras sin muestra alguna de mimos. El susto había sido morrocotudo. Me pregunto qué es lo que habrá que hacer para que este tipo de gente de mente abstrusa y corazón de hiena comprendan que la homosexualidad, tanto gay como lésbica, es una condición natural inquebrantable, dentro del matizado ámbito del eros. Toda especie animal, y aún del reino vegetal, la respetan sin ningún tipo de cuestionamiento o discriminación. ¡Qué mala educación hemos tenido! Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 30-03-2013

viernes, 5 de abril de 2013

LA CRISIS Y LAS BOLSAS DE PLÁSTICO (Una tarde segoviana)

LA CRISIS Y LAS BOLSAS DE PLÁSTICO Una tarde segoviana Ahora es cuando, después de algunos años, valoro aquella conversación que a mediados de un cálido septiembre, degustando un delicioso cochinillo asado en un restaurante típico de las inmediaciones de Segovia, tuvimos dos amigos circunstanciales y yo. El sol derramaba sus favores con generosidad infinita. Fue cuando a los postres, uno de ellos, alto cargo de una gran área comercial, se dirigió a nosotros alegre y jocoso, con un comentario acerca de la grandísima estafa que las áreas comerciales iban a ejercer sobre los clientes. Las bolsas de plástico habría que pagarlas. Se reía de la estafa de manera demoníaca, cuando el otro convidado, un sacerdote con sotana y servilleta de babero, harto de rojo vino local, no queriendo ser menos listo, espetó aquello de que la mayor estafa jamás cometida sobre las sociedades, y la más duradera, era por estos andurriales, el catolicismo. Al primero le respondí llamándole cara dura, y el sacerdote tuvo que encajar mi comentario, acerca de la carta autógrafa que el cardenal Juan de Médicis, antes de ser papa con el nombre de León X, le envió a su colega el cardenal Pietro Bembo, y que decía lo siguiente: -Querido cardenal Bembo, de todos nosotros es bien sabido lo beneficiosa que nos ha resultado esta fábula de Jesús. Y esta otra: -Puesto que Dios nos ha dado el papado, disfrutémoslo. El sacerdote me comentó que la jerarquía vaticana, desde el papa hasta la mayoría de los sacerdotes no creían en tal tontorrona doctrina. Solo con los beneficios económicos extraídos de las bolsas de plástico, infinitamente mayores que las ventas de productos, decía el uno, sí los políticos fuesen honrados, y no pensasen en las prebendas que les ofrecemos tras el abandono del cargo, aprovecharían para promulgar una ley. Qué esos dineros, de algún modo, pasasen a las arcas públicas. La crisis, decía, se solventaría al completo y en poco tiempo. Nos quedamos boquiabiertos. Cuando en un respingo el curita también dijo que si la iglesia pagase impuestos como todos, y se le suprimiesen las exenciones fiscales, combinando una cosa con la otra, todo el problema de la crisis se arreglaría, y bien pronto. Cosas de canallas. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 02-03-2013