Rita Barberá ha muerto: de la miel a la amargura
letal
El desleal abandono
emocional de sus compañeros y compañeras en un acto de compañerismo hipócrita
fue, en nuestra opinión lo que condujo a
tan fatal desenlace.
Ciertamente su
recorrido político, aunque no haya sido ejemplar no hay que olvidar que era
como la mayoría del PP, heredero y continuista de los flecos corruptos de un
franquismo que nunca fue erradicado. La mal llamada transición no fue más que
una tapadera de aquel sistema donde la corrupción era institucional, y por lo
tanto instalada en una estructura podrida que al final conduce a este tipo de
resultados. A la muerte del dictador y el paso a una democracia más bien coja
que sana, al no exigir responsabilidades a los culpables permitiendo que todos
continuaran en sus cargos trajeron este tipo de consecuencias y las que aún
están por llegar. Cuando desesperada llamó por “Marguís” y su beso hipócrita a
la entrada del Congreso de los Diputados, comprendió que la abandonaban sin
remisión en un comportamiento de desprecio profundo que en nuestra opinión en
“A Taberna do Croio”, fue lo que llevó a esa mujer a la situación límite que
produjo su muerte. A las personas en tales circunstancias, pero a quienes se
quiere de verdad jamás, al menos en privado, deben dejarse solas aunque se les
aparte dentro del gremio afectado. Las emociones incursas en el cariño y el
agradecimiento deben estar por encima de los intereses, en este caso de
partido, y apoyar en lo privado a la persona que por sus hechos haya caído en
desgracia. Jamás debemos dejarlas solas. Hay que saber diferenciar ambas cosas
y actuar en consecuencia. La deslealtad y la incomprensión de sus compañeros y
compañeras de partido tienen toda nuestra reprobación. Diremos también que
nunca Rita Barberá ha sido persona grata a esta taberna y a sus miembros. Y
concluimos diciendo que este suceso destapará la enorme bola de corrupción que
dentro de ese partido del PP se encierra. Los herederos de todo tipo de Rita,
al reclamar la herencia sacarán a la luz, quizás una fortuna mal adquirida, por
donde se han de abrir brechas profundas que dejarán al descubierto las
corrupciones compartidas y que han de llegar a la cúpula del partido y a su tancredista
líder.
Eduardo Fernández Rivas
Lugar de Fiunchedo-Sada;
23-11-2016
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