domingo, 26 de abril de 2009

SADA DESAPARECIDA

SADA DESAPARECIDA
O EL ESPANTO DE LA CONSTRUCCIÓN

No soy tan torpe como para pensar que las cosas no sufran una evolución propia del avance y cambio de los tiempos y circunstancias. De manera indudable, todo ha de ir con los tiempos, ahora bien, solo aquellas personas capacitadas, ya sea por un natural talento, combinado con una formación académica y profesional adecuadas, y cuando esas personas se han metido en política y han adquirido cargos destinados para tomar decisiones y aplicarlas, en cuanto a la remodelación o innovación de normativas o leyes urbanísticas, deberán además esas personas estar adornadas con el ejercicio de la observación y sobre todo de la honestidad, y de una profunda vocación de servicio público, dejando sus propios intereses y los de sus amigos aparte. De no ser así, entonces esas gentes no podrán jamás llamarse políticos, más bien alcahuetes y rufianes, y esas villas, pueblos y ciudades, por la grandísima culpa de aquellos, se han de convertir en un amasijo de cemento y ladrillo informe, torpe y agresivo.
Edificios construidos según el capricho de a quienes interese. Diferentes alturas, fachadas sin calidad, hacinamiento, precios disparatados, vecinos, a causa de todo ello molestos, y lo que es peor, molestándose entre sí. Edificios encaballados unos sobre otros, sin orden ni concierto, vías, calles, carreteras de todo tipo, estrechas y peligrosas al no contar con la inmensa demografía creada por tales barbaridades, primando más la construcción salvaje y galopante que la racionalidad del estudio serio en manos de profesionales de probidad contrastada, y no en manos, como es el caso, de mindunguis venales y mediocres aprovechados, para proveer de comodidad, esas calles y avenidas, tanto para vehículos como para peatones. Mi pequeña ciudad de Sada, que a mi aún me sigue gustando llamarle villa, podría ser el referente, al menos en la comarca, de todo lo que digo. ¡Han hecho de ella una auténtica perdición, al arruinar su natural belleza y proporciones!
Sada genuina ya no existe. Su natural encanto y belleza paisajística quedaron destruidos hace ya tiempo. La construcción más desafortunada y cutre que enriqueció a sus torpes e interesados gestores y algunos amigotes, destruyó por completo el encanto de un enclave dotado de una belleza natural incomparable. Se olvidaron del intelectual, brillante e inteligente eclecticismo, creo que por desgracia ni saben lo que es. ¡En manos de quienes estamos! Las ciudades, el litoral y aún el campo, pueden crecer de manera armoniosa y feliz, creando con ello progreso, rentabilidad económica sensata, modernidad, belleza, y una cómoda vecindad, y no enfrentamientos debidos a ese tipo de construcción disparatada, que solo ha redundado en engrosar las bolsas de políticos de pacotilla, indignos testaferros, familiares y amiguitos de intereses. Muchos de ellos, hoy, y debido a su ramplona codicia están en la ruina, y algunos huidos por miedo a los acreedores y clientes defraudados, arruinados aquellos por la crisis que entre todos ellos y sus taimados cómplices los banqueros han desencadenado a nivel planetario. Solo una ciudadanía aldeana, sumisa, anodina, inculta y banal puede aplaudir tales despropósitos, y aún votar en los comicios de todo nivel a los responsables. Acabarán provocando, con tal comportamiento, una revolución social, sino algo peor.


Eduardo Fernández Rivas
Fiunchedo; 26-04-2009

sábado, 21 de marzo de 2009

JOSÉ LUIS SANTAMARÍA GARCÍA

RESPUESTA A UN LIBELO INFAMATORIO

Al doctor Santamaría García y a sus compinches de contubernio, en respuesta a la carta que sobre mí publicó la gacetilla local “O Mariñán”, en febrero de 2009, y firmada por José Luis Santamaría García.

Únicamente decirle que yo jamás he faltado ni dudado de su competencia como médico. Pienso que no soy yo, ya por desconocimiento de su ciencia y posibles méritos médicos, el indicado para realizar tales críticas o comentarios. Y en respuesta a sus delirantes disparates, desde aquí le diré que mi nivel artístico está avalado por un currículo brillante en el que se manifiestan positivamente críticos de ámbito nacional e internacional, de probidad y nivel bien contrastados. Sus torpes comentarios y descalificaciones hacia mi obra en este ámbito, por lo tanto, quedan sin efecto alguno. En cuanto a mi honestidad y honradez como persona, él mismo la cantó de viva voz, y de manera insistente, y sin dudas, en la cena celebrada en mi casa, a la que él alude, y que ciertamente no fueron sardinas ni cachelos, (esa fue otra celebrada en la noche de San Juan y con el menú adecuado), si no una cena de relumbrón. Dijo ante todos los presentes: -“No he visto en mi vida ni conozco, a persona más honrada y honesta que Rivas” –
En cuanto a los abogados a los que él se refiere, forman parte del equipo de uno de los bufetes más prestigiados de A Coruña. Y diré que están indignados por las intencionadas mentiras e infamias vertidas sobre ellos en esa carta, propia, según dicen, de un desesperado que no se soporta ni a sí mismo. Consideraron denunciarlo por infamia y calumnia, de no ser por mi intervención. Aunque nunca se sabe, los abogados son muy suyos. Dicen, y yo lo confirmo, lo mismo que otra pareja que asistió a esa cena, qué fue el propio Santamaría García, quien para darse pote, al serles presentados como abogados, que él tenía mucha mano en el ayuntamiento de Sada, y que por ello, sí estos aceptaban, les ayudaría con su “decisiva” influencia, si se presentaban para la plaza de abogado municipal. Ellos por no desairar al pavo, le siguieron el rollo en tono de chufla contenida y risas ambiguas. El mismo José Luis Santamaría, en su carta ya dice que estos abogados jamás se presentaron a tales oposiciones. Sería de risa el cambiar su actividad profesional en un gran bufete, por la miseria y servidumbre de un ayuntamiento, en el que además la limpieza política estaba, en parte gracias a él, cuando menos en entredicho.
Por otro lado, el asunto del cartel de las fiestas patronales, sobre lo que hay testigos, fue el señor Santamaría, a instancias según él del alcalde, quien por tres veces y con urgencia, me abordó con tal encomienda. Las dos primeras le dije que no podía, y la tercera, abordándome en la calle con urgencia desesperada, me lo pidió con tal vehemencia y necesidad acuciante, sentados en la acera frente al ayuntamiento de Sada, que le dije, al verle tan agobiado, que habría de buscar un hueco para ello. Así lo hice. Mostré ya terminado y además impreso en Coruña, el cartel a la concejala, cosa que me costó un dinero que nunca reclamé. Le dije que para que la cosa fuese legal y limpia, habrían de pagar el cartel, poniéndole un precio irrisorio, sencillamente testimonial, pero que se viese que no había favoritismos ni sobornos, ni intercambio de favores. 250 €, y además, como eran remisos a pagar nada, les dije que no me importaba, como si no me lo pagasen nunca, o lo hiciesen en plazos cómodos para ellos. Pero que en el ayuntamiento debería constar una transacción legal y transparente, y nada de regalos. La ineptitud y miseria de aquel gobierno volátil, y la concejala de cultura Jimena, no entendieron, o no quisieron entender mis sanas intenciones. Por supuesto el “concurso”, que para el cartel, después convocaron, consideré el no asistir para dejar paso a jóvenes que quisieran participar sin la preocupación que pudiese causarles el que yo me presentase.
Y a lo de estar flojo de pasta, le diré al señor Santamaría García, que él sí debió estarlo, y con enormes carencias y precariedad de miseria, para consentir y admitir los sobornos que todos conocemos, y traicionar como tránsfuga, a su grupo político y amigos. Nadie con abundancia económica se presta a tales dádivas corruptas y traidoras, a no ser que sea alguien muy sucio y practique la usura. Sufre además el doctorcito, porque aunque trató de adquirir alguna obra mía, jamás, en su miseria judía, pudo llegar, ni utilizando nuestra “relación de amistad”, ni a la mitad de la cifra que yo cobraba, pobrecito. De ahí también parte de su rabia deslenguada.
Decirle también para terminar, que yo siempre he defendido, y públicamente, y en diferentes medios, el urbanismo verdadero, el decente, condenando todo aquel únicamente mercantilista y corrupto, propio de advenedizos políticos desvergonzados y miserables, y adictos como él, a los sobornos, aquí y en cualquier otro lugar.
Considero que su carta es la de un desesperado, mentiroso, calumniante, difamador, de alguien además, sin credibilidad alguna. Un libelo infamatorio que le ha de costar un infinito disgusto y la perdición de sí mismo. La información de pacientes, médicos, y visitadores de firmas farmacéuticas que obra en mi poder, resulta estremecedora. Desde aquí también le comunico que la botella de whisky Chivas que me regaló en aquella cena, a la que él alude, todavía está sin estrenar, solo la abriré, como dije en TV Onda Coruña, a los pocos días del escándalo del tránsfuga, para invitar a traidores. Aquella noche abrí otra de muy superior calidad. A esa cena le invité para confirmar mis sospechas, y ante testigos, del desleal paso político que en breve iba a dar, mercadeando con un cargo que pertenecía al partido, jamás a él, y en el que yo mismo pusiera mi parte. Lo considero, entre otras muchas cosas, un desagradecido, sucio, y un miserable.

Esta carta de respuesta a Santamaría, fue enviada a “O Mariñán”, quien de manera desleal se negó a publicarla, comportamiento habitual de los llamados estómagos agradecidos. Dejándome en una total indefensión ante aquellas agresiones, calumnias e infamias. Desde entonces rompí toda relación de colaboración con esa gacetilla con pretensiones, dirigida por seres sin catadura moral alguna.

Eduardo Fernández Rivas
Fiunchedo; 04-03-2009

miércoles, 11 de marzo de 2009

LINCHAMIENTO DE LA CIUDADANÍA ESPAÑOLA

LINCHAMIENTO DE LA CIUDADANÍA ESPAÑOLA

¿Cómo podremos llamar a unos gobiernos que convierten injustamente, a la mayoría de probos ciudadanos, en delincuentes por mero capricho recaudatorio? Pues yo diría que podríamos calificarlos de tiranos y caciques medievales, con derecho de pernada. No se pueden destrozar las tradiciones seculares de un país, y romper como salvajes la educación durante siglos recibida, ¡resulta un atropello! La bebida con moderación jamás fue considerada delito, más bien algo saludable.
Convierten a los agentes de tráfico y policías, investidos de una autoridad desproporcionada, y a veces dolosos, en esbirros acosadores, con comportamiento muchas veces de chulos y matones, y a los jueces de ese ámbito en verdugos irredentos. Mandos que exigen, un mínimo de multas, o si no, sanciones a aquellos policías que no cumplan. ¡Criminalizan a la sociedad!
Entiendo qué se detenga en la carretera, a quienes conducen de manera manifiestamente irregular y peligrosa, y les castiguen como se merecen.
La ciudadanía se está viendo sometida a una inquisición laica, sufriendo multas desproporcionadas e injustas, y a veces acumuladas, y unas retiradas del permiso de conducir muchas veces improcedentes y funestas.
Dispuestas únicamente, las muchas veces irracionales prácticas de los controles de alcoholemia, y de velocidad en ciertos casos, para recaudar y expoliar los bolsillos y las precarias economías de los trabajadores, quienes han de pagar por delitos inexistentes. La religión única de estos gobiernos, lo mismo que el Vaticano, es la recaudación. La indefensión de la ciudadanía es sangrante. Están provocando estos desvaríos, una revolución y una posible desobediencia civil. La presión es muy fuerte y la crisis la agrava. Es el fracaso político y social de los gobiernos. Esas multas semejan impuesto revolucionario encubierto.
Muchas de esas prácticas y sentencias, posiblemente sean inconstitucionales, resultando entonces todo ello, en el linchamiento de una gran mayoría. La “mordida” mejicana institucionalizada y mercantilista.
El linchamiento es cuando se ajusticia sin procedimiento judicial alguno. Y en estos casos, la víctima no tiene ni voz ni voto. Los recursos son una farsa. Y si aquello resulta criminal cuando es practicada por grupos de personas privadas, cuando quienes lo practican son tropa uniformada, al servicio de los gobiernos, entonces el crimen se convierte en el más nefando, y en una especie de terrorismo de estado, encubierto en unas crueles y espurias leyes que hipócritamente dicen protegernos. La sociedad entonces estará asustada y atemorizada, y atribulada además por las hipotecas. Bares, cafeterías, y otros muchos negocios arruinados, y quien viviendo en esa inquietud y alerta continua, será, así domesticada esa sociedad mediante el terror, mucho más manejable, cobarde y silenciosa.
Los gobiernos están, entre otras cosas, para proporcionar felicidad a la sociedad, y nunca para crear desasosiego, precariedades económicas, dolor y sufrimiento. Gobiernos sin una mínima sensibilidad hacia la mayoría trabajadora. Crean una crisis paralela e insostenible. Nos roban “legalmente” para luego emplear una parte en más trampas, y aumentar así una recaudación criminal, convirtiendo a las arcas estatales en algo similar a la cueva de ladrones de Alí Babá. No sabemos ni adonde van esos dineros.
Y además opino, que el poderío armamentístico de EE.UU. debe ser destruido, ya que lo mismo que la Antigua Roma, en él basa su trasnochada bobería imperialista. Considero además, dañinas para los pueblos, y obsoletas, a todo tipo de monarquías, las cuales, junto con la inane iglesia católica entorpecen, y a sabiendas, el progreso de la humanidad y las libertades ciudadanas.


Eduardo Fernández Rivas
Fiunchedo; 13-02-2009

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JOSÉ LUIS SANTAMARÍA GARCÍA 1

SANTA MARÍA INMACULADA Y EL HOMÓNIMO DOCTOR MACULADO

-Doctor Santamaría; ¿está Vd. limpio en el ejercicio de sus actividades profesionales?- Fueron estas las primeras palabras con las que abordé al médico José Luis Santamaría García en el otoño de 2002, en una reunión celebrada con motivo de su presentación como líder en la agrupación socialista de Sada, y a la que yo en esos momentos pertenecía.
Con santa paciencia hube de escuchar todo un chorreo de insensateces salidas de la boca de aquel presunto judío, (no debemos olvidar que ese tipo de apellidos son propios de los judíos conversos). Su aspecto físico, unido a presuntas prácticas en la búsqueda, mediante la posible estafa y felonía, de un rápido enriquecimiento, deja muy pocas dudas acerca de sus probables judaicos y usureros orígenes. Diremos también, que el odio entre judíos y cristianos es secular. Los cristianos jamás han perdonado a los judíos que estos diesen muerte a su supuesto maestro, el galileo Jesús. Los hebreos, por otro lado, tampoco han perdonado ese cisma que es el cristianismo, cisma desgajado del judaísmo del segundo templo, que niega además, a Jesús como Mesías, y su presunta divinidad. Con ello queremos decir, que el odio entre ellos, es tan profundo y antiguo, que todo el daño que recíprocamente se hagan, será siempre una bendición dentro de la religión y tradiciones de cada una de las partes.
Después de todo este rocambolesco preámbulo, y a tenor de las sentencias, tanto al doctor Cacabelos, como a la farmacéutica, dejándolos sin cargo alguno, nos parece algo así como salido de un amaño político y judicial. Y la pena impuesta al doctor Santamaría, nos resulta algo propio de una maniobra, inserta en las raíces del poder político y judicial, obrando para encubrir a delincuentes de guante blanco que estafan al estado, es decir, a todos los ciudadanos.
Resultó siempre sospechosa la entrega del liderazgo del PP de Sada a un exconselleiro de sanidad, el señor Cochón, lo mismo que Santamaría lo detentara en la agrupación socialista de esa misma villa, y Monchiño es moucho, ya expulsado del PP con su partido propio. De los tres, quien saliese, daba igual, ¡todo bien atado para seguir con la trama! Y Fraga a la cabeza del poder autonómico, con sustanciosa aportación económica al centro de neurociencias Euroespes de Bergondo, dirigido por el avispado señor Cacabelos. La supuesta venalidad de algunos jueces, que durante años lo amparó todo, dio al traste al venirse abajo el tinglado, con la alternancia de gobiernos de todo nivel. El doctor Santamaría, debido a sus estafas y felonía, si todo esto es así, y para su desgracia y vergüenza, si es que alguna vez la tuvo, ha quedado maculado in aeternum, contrariamente a la figura homónima de su primer apellido, la Inmaculada Santa María de Nazaret.
Y además opino, que el poderío armamentístico de EE.UU. debe ser destruido, ya que lo mismo que la Antigua Roma, en él basa su trasnochada bobería imperialista. Considero además, dañinas para los pueblos, y obsoletas, a todo tipo de monarquías, las cuales, junto con la inane iglesia católica, entorpecen, y a sabiendas, el progreso de la humanidad y las libertades ciudadanas.






Eduardo Fernández Rivas
Fiunchedo; 09-12-2008

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jueves, 9 de octubre de 2008

SADA Y EL AMBULATORIO

SADA; AMBULATORIO Y RECETAS MÉDICAS
ULTRAJE A NUESTROS MAYORES

Resulta chocante que en estos tiempos tan informatizados, y cuyas prácticas todo lo mejoran y aceleran, el ambulatorio de la seguridad social de Sada (desconozco si en los demás del reino ocurre lo mismo), tenga que condenar a nuestros mayores, algunos con problemas de movilidad y sueño, a darse un madrugón, únicamente para retirar las recetas de sus medicamentos, algunos de ellos generalmente de por vida.
A las 9 de la mañana deben estar esos pacientes, en la consulta médica con sus tarjetas y demandas, haciendo espera de al menos 45 minutos para que el médico salga a pedirlas, y habitualmente otros tantos, hasta que el facultativo, como si de una prodigiosa aparición mariana se tratase, y desesperadamente deseada, vuelva a salir aureolado de una luz evanescente, proveniente del interior de su sagrado tabernáculo, y que deslumbra a los admirados y doloridos pacientes, a devolver las tarjetas y las recetas ya cumplimentadas. Y desde allí, los pacienciosos dolientes, continuarán su lastimoso peregrinaje hacia la farmacia, y luego hasta sus hogares.
Resulta inadmisible que a nuestros mayores se les trate de esa manera tan cruel e injusta. Por otro lado, la incómoda ubicación de ese ambulatorio, en la mitad del recorrido de la antes conocida como “Corredoira Grande”, y desde hace algunos años C/ del Párroco Villanueva (jamás en entendido cual han sido los méritos y obras de un cura para que se le erijan monumentos en plazas, y se bauticen las calles con sus nombres) de tan difícil acceso, debido a la empinada subida, agrava todavía más las posibilidades de nuestros mayores.
Pero, a lo que íbamos, aquella sinrazón en el desprecio a nuestros padres y abuelos en el asunto de las recetas. Con lo fácil que resulta, a través de los ordenadores, el abrir unos archivos, y así allí mismo, en recepción, sencillamente, llegue el paciente, y con su tarjeta médica poder retirar, a cualquier hora menos intempestiva sus recetas. O sencillamente, determinar el paciente en que farmacia quiere, ya de manera permanente, recoger sus medicamentos. La informática interactuada con el ambulatorio, facilitaría esa cómoda posibilidad. Entonces, ni siquiera sería necesario acudir a tan fastidioso dispensario. Esto cuando nos referimos a medicamentos de por vida o de tratamiento prolongado. ¿Será quizás que parte del personal de ese centro médico no esté preparado en el ámbito de la informática más básica? ¿O quizás oscuros intereses, de trifásico enchufe y otros, sean los que acarreen tales inconvenientes a nuestros mayores, por mantener nuestros gestores a un personal incapacitado y heredado? No lo se, sencillamente lo pregunto.
Desde aquí, exigimos que se ponga fin a estas prácticas tan ultrajantes y desconsideradas de manera inmediata, o llevaremos el caso a donde proceda.
Lo que es verdad incontestable, por lo que aquí tratamos, es la falta de respeto hacia nuestros venerables abuelos y abuelas.
Y además opino, que el poderío armamentístico de EE.UU. debe ser destruido, ya que lo mismo que la Antigua Roma, en él basa su trasnochada bobería imperialista.

Eduardo Fernández Rivas
Fiunchedo; 09-10-2008

domingo, 21 de septiembre de 2008

LA PARTICULAR CRISIS ESPAÑOLA

LA RAPACIDAD INCONTENIDA DE LAS INMOBILIARIAS

EL SECTOR CULPABLE DE LA PARTICULAR CRISIS DE ESPAÑA


La particular crisis española, que aunque inserta en la debacle internacional financiera originada en EE.UU., debemos achacarla, al menos en mi opinión, a la rapacidad incontenida de la rapiña, propia de las cajas de ahorros, bancos e inmobiliarias de este país, quienes, durante dos décadas largas, hicieron el agosto en diciembre, en marzo, o en cualquier mes del año. Amparado tal atropello, y lo que es peor, por los gobiernos de todo color y de todo nivel.

El mayor de los disparates es aquel de consentir que existan préstamos o hipotecas a cincuenta años o más. En ello se fragua el fraude a la incauta sociedad, creyendo esta, que al prolongarse en el tiempo aquellas cuotas, han de salirle, si no más barata la vivienda, sí más llevaderos los pagos. Los ayuntamientos quienes durante un tiempo largo dijeron, amparados por una ley de PP, que predicaba que todo suelo era edificable, se lanzaron a la aventura innoble de convertirse, tanto alcaldes como concejales en promotores y constructores, favoreciéndose a sí mismos, al decretar leyes de urbanismo locales, una vez adquiridos terrenos que hasta que fueron comprados por ellos, no servían para la construcción, y que nunca hubieran servido si no eran comprados por ellos y sus amigos. Los testaferros en ese ambiente brotaron como setas en otoño, con la finalidad hipócrita de ocultar a muchos concejales y alcaldes metidos al ladrillo, quienes así camuflados, lograrían evitar el escándalo social, al tiempo que escapaban al fisco. El fraude resulta de proporciones infinitas.

Los precios se inflaron de tal manera, previa la subida desmedida de los alquileres, cosa que habría de conducir a una sociedad necesitada de vivienda, a la compra y no al sano alquiler. En esa trampa se fraguó la desgracia de la mayoría de las familias españolas. Al verse obligada a la compra, las agencias inmobiliaria, alcaldes constructores y promotores, pájaros del mismo plumaje, en connivencia con los bancos y cajas de ahorro, diseñaron aquella política nefanda de los créditos a largo plazo. La calidad de la construcción jamás fue pareja con los exorbitantes precios que por ellas se pagaron. El fraude resultó poliédrico. Familias empeñadas durante al menos dos generaciones.

Aún puedo comprender que la empresa privada trate de rentabilizar lo más generosamente posible su inversión, y busque la manera de estafar con sus elevados precios, y legalmente, al comprador, al no existir, y es una vergüenza, una legislación clara al respecto. Lo que nunca se debe consentir es que ello suceda en connivencia con los gobiernos estatales, quienes mirando para otro lado, consintieron, y de alguna manera, participaron de tal fraude. Ellos, los gobiernos estatales son, en mi opinión los verdaderos culpables, al no poner freno a tales atropellos. Pero claro, a nuestros políticos, todavía la mayoría de ellos, flecos residuales de un sistema autoritario, el franquista, aún creen que pueden explotar impunemente a los sufridos españolitos y españolitas, saltando sobre ellos como chinches y sabandijas, sin dejarles vivir tranquilos. Esos gobiernos, además, consienten esas cosas, ya que pingües beneficios se desprenden de tal comportamiento, y que han de acabar dentro del erario público, con camufladas partidas que más de uno, se han de repartir con destino a engrosar sus sustanciosas bolsas privadas. Y por otro lado, una sociedad empeñada se debilita, por lo tanto se hace más manejable. No protesta, no va a huelgas, y con la cabeza gacha jamás discute con su amo, que viene a ser el político a quien ha votado, en una palabra, su verdugo y saqueador. Yo, viajero impenitente he podido comprobar, por ejemplo en los paises europeos más avanzados, lo mismo que en EE.UU., que la propiedad de la vivienda no es cosa que quite el sueño al germano o al americano medio. Suele vivir de alquiler, y además de ese modo tiene una movilidad amplia para encontrar trabajo en cualquier parte del país o de la Comunidad, sin tener que abandonar o mal vender su vivienda.

Y además opino, que el potencial armamentístico de EE.UU. debe ser destruido, ya que, lo mismo que la Antigua Roma, en aquel, basa su trasnochada bobería imperialista.

Eduardo Fernández Rivas
Fiunchedo; 21-09-2008

ELECCIONES EN EE.UU. OBAMA E HILARIA

DEBATES NA TABERNA DO CROIO 12

LA SONRIENTE HILARIA CLINTON,
ANTIGUA HADA MADRINA DE LA CASA BLANCA, Y ACTUAL PRETENDIENTE AL TRONO POR LA PARTE DE ATRÁS.


Los componentes al completo, bueno, uno se nos ha muerto, R.I.P. de “A Taberna do Croio”, regocijados, después de las primarias de EE.UU. en las que la señora Clinton dejó clara muestra de su inestable carácter y de su controvertido hacer, nos hemos reunido, y después de tener una sabrosa conversación con nuestro compañero, mister E. F. Rivas, quien según nos cuenta conoció algo de cerca a la susodicha, al menos territorialmente, y durante una de las prolongadas etapas en que nuestro compañero y conocido artista, pasó en aquel país. Tierras indias, de individuos con negros penachos, sajonas de rubios cabellos y claro mirar, y de babalús color chocolate a la taza, muy visitadas por este hombre tan viajado y listo, que a veces nos sorprende con sus cosas y vaticinios, de manera asombrosa. Por ello, en este trabajo, vamos a dejar que sea él quien nos resuelva el actual debate, que más bien será una especie de soliloquio reflexivo y literario, acerca de la tal Lady Clinton, y de manera muy somera, acerca también del ya líder demócrata, Barack Hussein Obama. Les dejamos pues con mister Rivas.
Durante el invierno de 1998, estación que pasé entera, lo mismo que durante el año anterior, 1997, y aún más, en EE.UU., por cuestiones de índole profesional, ya que celebraba una de mis exposiciones en la galería de Manhattan (New York): “Jadite Galleries” situada a pocos metros de la famosa Quinta Avenida, y muy cerca del “MOMA” (Museum of Modern Art), tuve la ocasión de presenciar en los diferentes y dinámicos medios de ese país, todo el escandaloso affaire del entonces presidente Clinton, y la exuberante becaria Mónica Lewinsky.
No se me escapó, en ningún momento, el frío proceder de la primera dama, quien de alguna manera, parecía en público soportarlo todo con un estoicismo propio de un Séneca con faldas. Incluso apoyando a su marido. Pero diré, que jamás se me escaparon las furtivas y ladeadas miradas de odio y rencor, que la herida leona, con apariencia de domesticada y ronroneadora gatita, dejaba traslucir, para quienes supieran verlo. Aunque peque de inmodestia, debo decir que yo era uno de ellos. Los innumerables retratos que llevo pintados en mi vida, de manera indudable, me han hecho casi un especialista en conocer, a través del rostro y sus gestos, el sentir de la mayoría de las gentes. Ningún marido, esposa o hijos, han contemplado a sus familiares con más intensidad y tiempo, que yo lo hice, y hago, al retratarles, mientras posan para mi.
Durante esa estancia en el país de los Cherokes, de los Sioux, y de los despellejadores Comanches, pasé unos días en Washington DC, en casa de unos primos (cuarta generación nacida en el país, abogados y alguno funcionario del Capitolio). Allí, en casa, durante una de las reuniones celebradas a causa de mi visita, salió el comentario político de moda: La señora Clinton, la becaria, y el gozoso presidente. Mi opinión acerca de la primera dama, peligrosamente para mí, ya que la esposa de mi primo Frank, funcionaria en la Casa Blanca, iba encaminada a describir el carácter, para mí, complejo pero frío y arrogante de la señora, que por aquellos días, mordía y tragaba más hierbas amargas que los hebreos durante el Éxodo. .-“Esa mujer, dije yo, -contradiciendo la opinión favorable de mi prima política- ha permitido bajo cuerda, que en los medios se divulgue, entre otras cosas, aquello de que su marido es presidente gracias a ella, dejándolo como si él fuese un pelele. Nunca debió de haberlo consentido, y si ella no hubiese sido la fauctora de tales comentarios, debiera haberlos detenido de inmediato, ¡Es una falsa! Dije”
Patricia casi se me echa encima, defendiéndola como a una hermana gemela o más bien melliza, aunque sin argumentos de peso, solo porque era mujer. La tormenta, para inflar más aquel escándalo doméstico político, culminó, solo por molestarme, en lanzar imprecaciones contra el rey de España, llamándole de todo y nada bueno. La mujer se quedó con un palmo de narices cuando yo, que no soporto ningún tipo de monarquías ni a sus representantes, le dije que estaba de acuerdo con ella, y que el rey, como tal, no me refería como ser humano, era todo lo que decía en el papel de monarca, y aún más, se quedó petrificada dándose cuenta de su enorme metedura de pata.
Como quiera que sea, y llegando hasta la actualidad, y viendo que Barack Hussein Obama, nacido el 4 de agosto de 1961, en Honolulu (Hawai), de quien, y por estrategia, se oculta el segundo nombre, Hussein, debido al ominoso recuerdo de Saddam Hussein de Irak, por cuyo arrebato militarista de Bush, fue por donde entraron casi todos los males, no solo en EE.UU, sino en el mundo entero. No se me escapa que el señor Obama, flamante líder demócrata, de ganar las presidenciales, y lograr sentarse en la poltrona de la Casa Blanca, las cosas no le han de resultar nada fáciles. Al presidente Kennedy, por mucho menos, le pegaron un tiro, ordenado el magnicidio, al menos en mi opinión, desde dentro de sus propias filas. A Boby, su hermano, lo mismo. No quería, ni quiere ese país, a un católico como presidente. No respondía Jonh Fitgerald Kennedy, ni Robert, a todas las siglas WASP (Blanco, anglosajón y protestante). Solo la última no era correcta. Con esas premisas, aunque los tiempos hayan cambiado mucho, desde aquellas muertes, diré, que en la mayoría de la llamada América profunda, y más, todavía esas siglas son incontrovertibles. El tiro puede darse. ¿De donde procederá? Amigos y amigas, la Hilaria, por lo que se ve, y se le ha escuchado, resulta innegable que pretende la vicepresidencia, si Barack Hussein Obama sienta sus nalgas en la silla presidencial. Ella, entonces, pondrá a sus votantes propios, al servicio del afro americano, oriundo de Kenia, donde su abuela, Sarah Obama, es todavía ama de casa en una perdida aldea de ese país africano. Si el magnicidio se produjese, de manera innegable, ella, Hilaria, de rondón, pero legalmente, sin más, accedería a la presidencia. La consecución de tal complot, le saldría de perlas, a ella, y a todos los demócratas que viven las siglas WASP en toda su profundidad. Y la cosa arreglada. De cumplirse este vaticinio, ya la rubia señora procuraría que durante esa legislatura, las cosas fuesen tan bien hechas, que en la próxima, saldría presidenta electa sin problema alguno, dándole de esa manera, a su abochornado marido en la cara, vengándose de aquella afrenta de hace años, asunto que esta mujer jamás ha perdonado.
No olvidemos que ese nombre de Hilaria de origen griego significa, lo mismo que en latín: “sonriente”, su festividad el 16 de julio, pero la personalidad que acompaña a ese nombre es de: Falta de simpatía social y necesidad de aislamiento, envuelta en relamidas cosas míticas de todo tipo de culturas, aunque sin profundizar. Además, debido a su fogosidad acompañada de una cierta impulsividad, sus logros materiales corren, o bien el riesgo de malograrse, o bien sean, de una muy difícil realización, Y según dicen los entendidos en los astros, resulta que es una mujer, dentro de ese nombre de Hilaria, muy miedosa del futuro, y para más desgracia, y aunque no lo parezca, muy fácil de sugestionar. Un carácter muy singular y avocado, posiblemente a la generación de todo tipo de desastres.
Tampoco se me escapa que el reciente líder demócrata, Barack Hussein Obama, resulte muy sospechoso el que apareciese casi de súbito en estas lides presidenciales. Con su bagaje, su formación primaria en Indonesia, período de impregnación de los seres, con la religión musulmana de un 85% de su población, su nombre también musulmán y afro, y mi mal pensar, y aunque, al parecer, y de aquella manera apresurada, ya cristiano, creo que su aparición en la política estatal norteamericana, debe estar bien sostenida, aunque subrepticiamente, mediante petrodólares bien colocados, y mejor distribuidos, entre los grandes poderes económicos y aún políticos, de EE.UU, y procedentes esas sustanciosas fortunas, de aquellos dignatarios petroleros e islámicos, ofendidos gravemente por la política norteamericana de mister Bush, con Irak e Irán a la cabeza. Sin olvidar el affaire, Bill Clinton Suharto, presidente de Indonesia, y el FMI, de enero a marzo de 1998, obligando a un plan de austeridad al presidente indonesio, a causa de los monopolios de esa familia presidencial, que controlaba la mitad del PIB de ese país. Creo, de ser así, que entre todos ellos y sotto voce, han introducido un peligroso misil, en el corazón mismo de la política estatal de EE.UU. Ojalá que me equivoque en mis funestos augurios, y que todo sea para bien. No quisiera ser heraldo de la desgracia.
Y además opino, que el poderío armamentístico de EE.UU debe ser destruido.

Eduardo Fernández Rivas
Fiunchedo; 05-06-2008
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