jueves, 21 de julio de 2016

Políticos o la trapisonda instalada

Hartos y asqueados de los políticos
¡Es que no se puede aguantar tanta contradicción y cara dura! Tenemos en general una casta política que asombra al sentido común y descompone al más entero. Resulta una desvergüenza el como dicen una cosa y luego la contraria, negando lo que antes habían vehementemente afirmado. Albert Rivera es el mayor ejemplo de cinismo en ese ámbito. Él por lo que se ve y se percibe únicamente quiere, y de manera desesperada tocar poder y aparición en los medios. Su fatuidad y tontorrón divismo acabará políticamente con él y con su estólido partido.
Pedro Sánchez, sin duda una desgracia y una anomalía enquistada en el PSOE. No da una en el clavo. La envidia y rencor, cosas propias de necios, que siente hacia Pablo Iglesias no le permite ese necesario ejercicio de humildad práctica que entendiéndose políticamente diera luz a unos pactos que podrían llevar a su investidura. Entre los dos y los que se necesitasen bien podrían dar un cambio ilusionante a la más que saturada, cabreada, y aburrida sociedad española. La verdad es que estamos en manos de verdaderos ineptos qué únicamente piensan en si mismos y sus intereses y personalismos más subjetivos e irracionales. La sociedad, que encima es quien los mantiene, les importa un bledo. Un juego de trapisondas descerebrados elevados a las mayores cotas del nivel político. Diré que de esta panoplia de atorrantes pueda que un par se salve. Estoy pensando en Pablo Iglesias y en Alberto garzón. Creo que son de momento los dos personajes con mayor credibilidad y ansias de cambiar las cosas encaminándolas a una verdadera regeneración política.
Mariano Rajoy, lo mismo que un tapón de corcho revenido agarrado al cuello interior de la botella no permite la apertura de esta, que ha de ser rota para escanciar algo de un vino imbebible con posos de cristal y corcho. Un necio que se aferra al poder como una pataleta infantil.
Esperemos desesperados a que las cosas se solucionen con sensatez, o por si solas revienten.

Eduardo Fernández Rivas

Lugar de Fiunchedo-Sada; 21-07-2016

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