Atentado terrorista en Niza
El terrorismo islamista
de nuevo hace su aparición y de la manera más espantosa y cruel. Niza, una
bella ciudad en fiestas celebrando el 14 de Julio. Fiesta nacional que
conmemora la Revolución francesa de 1789. Los fanatismos insertos en las
creencias religiosas conducen, pensamos en a “Taberna do Croio”, a tales
matanzas y otros despropósitos de resultados siempre catastróficos y
sangrientos. La deshumanización inscrita en unas doctrinas que a poco que las
estudiemos van siempre dirigidas a un proselitismo salvaje que acaba derivando
en la eliminación del contrario de la manera más violenta e irracional. El
Daesh o el Isis están sustentados por las ideas más peregrinas y peligrosas de
un sistema coránico desaforado, y consecuencia de aquella mal llamada Guerra
del Golfo primero y luego la de Irak. Los tres pimpinelas de las Azores son, en
nuestra opinión, la causa primera de estos atentados islamistas. Como una nueva
cruzada contra el islam, en una solapada búsqueda y apropiación del petróleo,
fueron desarrolladas aquellas estrategias militaristas y bélicas en un acto de
soberbia sin parangón en la reciente historia de nuestra zona. La respuesta ya
la estamos viendo y sufriendo.
Y hablando de cruzadas,
no debiéramos olvidar que aquellas de la Edad Media salidas de Europa, y
sustentadas por los gobiernos regios con sociedades en precario y fomentadas
por un Vaticano siempre voraz de riquezas y expansión, eran vistas por los
propios de aquellas regiones de Siria Palestina como actos de terrorismo
inusitado e increíble. Eran vividas como inmensas pesadillas las llegadas de
ejércitos europeos sin motivo real alguno ni declaración expresa de guerra,
entrando a destruir y saquear enarbolando la bandera de un cristianismo
inexistente en la zona, paradojas, donde el fundamentalismo católico asentaba
el origen de los hechos del mito cristiano. Saladino sultán de Egipto les acabó
dando la respuesta más contundente y definitiva tras la batalla de Hattin.
Opinamos en a “Taberna do Croio” que las políticas actuales de respuesta de
bombardeos no son las adecuadas. Únicamente la diplomacia más inteligente y
sabia pudiera ser lo conveniente como para acabar con esta situación de
inquietudes desesperantes.
Eduardo Fernández Rivas
Lugar de
Fiunchedo-Sada; 15-07-2016
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