LA CRISIS Y LA SITUACIÓN ACTUAL EN ESPAÑA

La Crisis: Situación actual en España Hace ya mucho tiempo, que sin tratar de que cundiera el pánico, dije, como muchas otras personas, que si Grecia se iba al precipicio, nosotros, y alguno más, posiblemente le seguiríamos. Puede que no de manera tan letal, pero sí con unas complicaciones realmente preocupantes. El problema de base y de origen, no es más que aquel de la falta de voluntad de nuestra clase política, la ya bautizada como casta, de investigar en profundidad lo ocurrido. Pero como todos y todas, en mayor o menor medida, aunque sea en un silencio cómplice y cobarde, están implicados en la trama corrupta de saqueo y esquilma del erario público, conseguido con todo tipo de trampas, engaños, y argucias en las que se asientan la impunidad más escandalosa, y una burla grotesca a la sociedad humillada y engañada de manera descarada, propia de las mafias más inhumanas y despreciables, no les interesa la rápida y verdadera transparencia. Los casos que durante estos últimos treinta años nos abruman como sociedad, no parece importar mucho a los delincuentes cargos públicos electos, y a un sector enlodado del funcionariado de este país. La solución habría de comenzar instruyendo una auditoría rigurosa con todos los medios necesarios para poner al descubierto esos patrimonios inflados hasta reventarlos, producto de una corrupción galopante y perpetua, a la que sus beneficiarios están ya tan acostumbrados que lo encuentran tan natural que difícilmente podrá partir de esa casta política el remedio a tales males. El embargo de tal monto habría de ser suficiente como para pagar la deuda y salir de esta triste y cruel situación. La auditoría, habría de colocar las cosas en su sitio, una vez desenmascarados esos patrimonios, demostrado imposibles de conseguir con los sueldos oficiales y transparentes. La cosa es bien fácil, pero no hay voluntad. En A Taberna do Croio, quedamos a la espera de que los nuevos políticos de ambos géneros, recién llegados al poder, no se contaminen, y hagan realidad sus promesas, y al cumplirlas todo quede aclarado. Y a la cárcel, tras esos embargos, toda esa casta de delincuentes cobardes y ramplones. Ladrones de lo público, desde una interesada y bien estructurada comodidad impune que ofrecían los cargos. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo-Sada, 22-06-2015