domingo, 24 de mayo de 2015

CONSECUENCIAS DE LA BERREA POLÍTICA

Fin de la berrea política. Llega la calma, aunque menos chicha Y una vez rematado el período de berrea, y los campos y las selvas recuperada su tranquilidad y paz, consecuentemente se ha de producir la sesión de trapicheo de pactos y acuerdos entre las partes. Y cada uno, y cada una, con sus parejas de turno y conveniencia, a la búsqueda de la coyunda más placentera y pragmática. Aunque luego pueda haber una especie de berrea interna debido a incumplimientos e intereses personales multiformes. Como el ciervo rojo, tras la alborotadora berrea que trastorna y quebranta la paz de los bosques, una vez concluida, todos a la cama. “Aunque juntos, pero no revueltos”, dice el refrán. La experiencia nos dice otra cosa: “juntos y más que revueltos, yo diría revolvidos”, y más tarde incluso, revirados entre todos y todas. El pastel no alcanza. Unos, esgrimirán su valía y lugar en la lista para acceder a un trozo mayor de la tarta de milhojas. Andando los meses, el embarazo irá progresando, y a medio camino los abortos serán cosa común y esperada. Aquella preñez que alcance el éxito de lograr una criatura perfecta, será algo tan escaso que ha de contarse con los dedos de una mano. Casi siempre resulta esa preñez en vástagos deformes y sin calidad. En la mayoría de los casos, al ser personas sin la preparación académica adecuada y otras, necesarias para someter los malos instintos e intereses personales, suele dar como resultado el despropósito y la desvergüenza. La golfería y los delitos de corrupción suelen ser parte importante de las criaturas nacidas de tal alterada coyunda, generada en la berrea. Por lo tanto, y si esto es así, tal como la experiencia nos enseña, qué ese dios que no existe nos pille confesados por delante y por detrás…¡ave María Purísima! A mí que me dejen a un lado ya que tanta promesa de regeneración no me la creo ni en broma. Los veteranos se las saben todas, y adiestrados en la corrupción no han de llevar por ello, ni las intenciones, y mucho menos la práctica regeneradora. Y los nuevos, casi todos gentes en el paro, a la búsqueda de una mamandurria, y aunque hay que darles una oportunidad, mucho me temo, que también, y contaminados con lo que se han de encontrar, posiblemente caigan en la fosa…Apertas para todos desde A Taberna do Croio, e moita sorte que a imos necesitar… Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo-Sada, 24-05-2015

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