viernes, 1 de mayo de 2015

ALBERTO SUCASAS Y HANS JONAS

Alberto Sucasas y Hans Jonas ¡Qué placer tan intenso el poder escuchar ayer, día 28 de abril, la conferencia del profesor Alberto Sucasas, en torno al filósofo judío alemán Hans Jonas y su contexto histórico-social! El aula nº 1 de la Universidad Sénior Coruña, en el CUR, estaba literalmente abarrotada. La personalidad de Jonas, sus desencuentros con el filósofo nazi Heidegger, y su frustrado enamoramiento declarado a Hannah Arendt, amante, para más desgracia, de su adversario y profesor Heidegger, en un trío amoroso desconcertante y fallido para Jonas, dieron juego al profesor para una disertación magistral y atractiva. Estas cosas, así como la exposición desmenuzada de la obra del filósofo judío alemán, pasaron, durante el discurso del profesor Sucasas, con una amenidad no exenta de la mayor profundidad filosófica, propia del contenido de la ponencia. “El Principio de la responsabilidad”, la obra principal de Hans Jonas, atravesó en el verbo fluido del profesor Sucasas, la sensibilidad de los atentos asistentes como una vara fina y metálica que se introdujera, sin herida, pero con eficacia, en el interior más emocional de la arrobada asistencia. Los problemas de responsabilidad del ser humano, que se destila de la obra de Jonas, para la posible permanencia de la especie, y aún de todas las demás, y del planeta, en su comportamiento y utilización de las nuevas tecnologías, créanme, pusieron, dentro de un pesimismo controlado, los ánimos de los asistentes al filo casi de una desesperación subjetiva, por suerte, transitoria. Desmenuzó, el catedrático de filosofía, tantas cosas profundas dentro de la obra y comportamiento de Jonas, como aquella tan escabrosa acerca de los antiguos pactos de renuncia judaica a cambio de inclusión social, y su posterior revisión, contemporánea esta última de Hans Jonas, así como del gnosticismo, con la maestría y amenidad que le distingue, que dejó repletos nuestros corazones y nuestras confusas almas humanas, de una responsabilidad llena de un tipo de inquietud bien difícil de digerir, y sobre todo, de poner en práctica. Felicitamos al profesor Sucasas por su cálido e intenso verbo, la elección de tan enjundioso tema, a la espera de volver a escucharle en otra ponencia a la mayor brevedad. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo-Sada, 29-04-2015

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