jueves, 26 de marzo de 2015

ESPERANZA AGUIRRE, LA NUEVA MACARTHUR

ESPERANZA AGUIRRE Y SUS BOBADAS Resulta, cuando menos sorprendente, el escuchar a Esperanza Aguirre responder a Pepa Bueno como gato panza arriba, repitiendo obviedades confusas, y dejando claro, aunque ella diga lo contrario, de su falta de valores y capacidad como persona política. Esta mañana de finales de marzo, escuchando el programa de la cadena SER “Hoy por Hoy”, me doy de narices con la circense Esperanza Aguirre. Sus respuestas a Pepa Bueno daba rubor escucharlas. Sentí vergüenza ajena. Pretendiendo transparencia en la gestión pública a partir de ahora. ¡Pero esta mujer se está riendo de todos nosotros, y mayormente de los madrileños más ingenuos! Está más que demostrada su incapacidad de gestión pública como cargo político, después de toda la ingente corrupción que se le ha colado durante tantos años, y que es lo mismo que si la protegiera. Es obvio que esta mujer solo ha estado en sus cargos con la única finalidad de lucirse en los medios, presumir de sus cargos, y vivir de la mamandurria. A un patrón o empresario eficaz no se le escapa el comportamiento de sus subordinados más inmediatos y con cargos de responsabilidad. La vigilancia, aún después de la selección rigurosa previa al contrato, debe ser, y sobre todo en la cosa pública, más que cuidadosa. Pero claro, estas gentes, como trabajan con dinero de todos ya se ve que no les preocupa por donde se amañan trampas y negocios. Pagamos todos. Ellos y ellas cobran doble; sus abundosos sueldos y lo que se llevan de esas trampas propias de la corrupción de pícaros de cuello blanqueado. Insisto, daba pena y bochorno el escucharla. Y hablando de la decencia y honestidad de la que enfáticamente hacía gala, le diré que la honestidad está, además de en otras cosas que todos sabemos, en no permanecer más de dos legislaturas en los cargos. Y me da igual que sea presidente del gobierno nacional, autonómico, alcalde, concejal, diputado, senador y tantos otros. Cuando la permanencia va más allá de lo dicho, la decencia y la honestidad se quiebran. La de ella, que recuerda en su aspecto y maneras a una bailarina frívola, está quebrada desde hace muchos años. -Me voy de la política activa-. ¡Mentirosa!, poco tardó en volver. Claro, como le gusta, igual que a todo hortera, hacer referencias anglosajonas, a lo mejor se creyó sosias del general MacArthur, cuando amenazó con volver. ¡Me voy pero volveré! Dijo el general estadounidense. Ella también. Ridículo total. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo-Sada, 26-03-2015

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