viernes, 27 de febrero de 2015

ZAPATERO Y MORATINOS AL CARIBE

ZAPATERO AL CARIBE; ¡ALEGRÍA Y RON NEGRITA! ¡Vamos, de risa! El ministro Margallo con mohín de damisela ofendida habla de deslealtad acerca del reciente viaje de Zapatero y Moratinos a Cuba. Con una catadura moral tan baja como la que tiene este gobierno en el comportamiento de todos sus ministerios, y con su jefe a la cabeza en cuanto a lo social y otros, debiera estarse bien calladito y disfrutar de los posibles beneficios múltiples, que ese viaje pudiese proporcionar al estado español, después de los desaguisados que Aznar, presidente a la sazón, cometió con el gobierno de la isla caribeña. Las circunstancias tan especiales tras la metedura de pata de Aznar, obraron en consecuencia para las condiciones del viaje de Zapatero y Moratinos, qué no se me escapa, estaba cargado de las mejores intenciones, y qué seguramente iremos conociendo en breve. Por otro lado, la bofetada al ministro Margallo, al no conseguir en noviembre pasado ser recibido por el presidente Raúl Castro, a buen seguro le sentó como amargo bebedizo la fluidez evidente entre el presidente de Cuba, Zapatero, y Moratinos. No debemos olvidar que la soberbia aldeana de Aznar, impuesta además a sus gobiernos, lo mismo que ahora con el infeliz Mariano Rajoy, presidente del estado español de chiripa y circunstancias, no es nunca, pero menos en política, buena consejera para las relaciones diplomáticas internacionales. Sobre todo para aquellas más singulares políticamente. El bochornoso comportamiento de Aznar en el “affaire Hugo Chávez” y su secuestro, dejó honda huella en la idiosincrasia del Partido Popular español, haciéndose impopular entre estados republicanos, de carácter ideológico ateo y de izquierdas. El nacional catolicismo español, que actualmente vuelve por sus fueros más involucionistas, resulta incómodo, y aún diría que incapaz para mantener una diplomacia externa eficaz, distendida, y respetuosa. Entre los catolicistas y los islamistas no hay diferencia alguna. Véase la historia plagada de los crímenes de ambos. El Partido Popular español está, como ya dijimos en más ocasiones, repleto de esa ideología tan casposa, involucionista, y socialmente peligrosa, que incapacita a sus miembros para el debate abierto, racional, y objetivo. De ahí se desprenden situaciones como la actual, y otras más serias que seguramente han de venir. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 27-02-2015

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