martes, 10 de febrero de 2015

MONEDERO Y SU DESLIZ

EL AFFAIRE MONEDERO Pienso, que ni el actual ministro de hacienda, señor Montoro, ni nadie del gobierno del PP tienen catadura moral como para acosar y desacreditar al señor Monedero, número tres de “Podemos” por un simple desliz con la agencia tributaria cuya solución se realizó, aunque a límite y con premura casi extemporánea, dentro de plazo. Cuando este gobierno con ese mismo ministro de hacienda, abrió la puerta a sus amigos y gentes cercanas ideológicamente para que regularizasen su situación monetaria cargada de fraudes y todo tipo de delitos con la hacienda pública. Jamás esas gentes tuvieron la probidad de realizar tal cosa motu proprio. Se acogieron a las bondades del señor ministro sin que una mínima sanción se exigiese para ellos o ellas. Señor ministro, hay que ser coherente y justo, sobre todo cuando se quiere enmierdar a una persona para que así sufra descrédito toda una agrupación o partido político como es el naciente e ilusionante “Podemos”, a quien por otro lado temen en el miedo de que su partido ósease el PP, sufra enorme descalabro por obra y gracia, no de la virgen de Fátima, de la que soy devoto, sino debido a la fuerza incontenible de esa nueva agrupación política. El señor Juan Carlos Monedero, es cierto que ha cometido un error grave cuando de sus palabras y discursos se desprende un acalorado y vehemente deseo de exigencia de honradez a la casta. Es bien cierto también que su ejemplo no es para nada ni edificante ni coherente con su discurso y argumentos. Pero señor Montoro, no se olvide que un error consciente o divagado, ¡que además sirve para aprender!, no es lo mismo que toda la corrupción multiforme y amplia de la cúpula de su partido y otros. Lo mismo le digo al señor Pedro Sánchez, cuya cortedad de miras y poco talento en cuestiones políticas y diplomáticas, no le permitieron ver la posibilidad de mejorar su deseado ascenso como hombre de estado siendo discreto y prudente con Podemos, posiblemente afín en muchas cosas, y degradándose por decisión propia acudiendo a la Moncloa a firmar pactos rocambolescos con quien, al menos en mi opinión, no debiera. Metió la pata hasta el cuezo. Y la pena es que ya no tiene marcha atrás. Se ha columpiado señor Pedro Sánchez. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 10-02-2015

No hay comentarios: