miércoles, 25 de febrero de 2015

DEBATE EN EL PARLAMENTO...

DEBATE SOBRE EL ESTADO DE LA NACIÓN 2015 Piolín y Silvestre se despellejan Años atrás bautizados, al menos por mi en varios de mis artículos, Zapatero y Aznar como Piolín y Silvestre. Hoy se reproducen los mismos comportamientos. Triunfalista el siseante gato viejo, pleno de humedades propias de Las Lluvias de Ranchipur, y dicharachero y bravucón el joven pajarillo, qué aunque de ingenuo aspecto, mira por donde, ¡nos ha salido respondón! No voy a entrar en el discurso del presidente, puesto que era esperado y por ello sin novedades ni aportaciones de interés social, ni los obligados comentarios a la corrupción propia, ni otras cosas. Lo que ayer prometió tuvo tres años largos para realizarlo o comenzarlo, no lo hizo, por lo tanto esas promesas no son más que resortes electoralistas. Ya no engaña a nadie. La verdad es que, aún no teniendo todas mis simpatías, el novato Pedro Sánchez me sorprendió gratamente. Su arrojo, y su frase: “Yo estoy limpio” resultaron demoledoras para el irritado Silvestre quien perdiendo las formas semejó a un gato escaldado y reducido a una esquina. Húmedo de babas increpó, y de manera patética, y como tenebroso presidente de un auto de fe, al adversario que le había arrojado en esa frase de: “yo soy un político limpio” toda la mierda que el PP tiene, desde la cúpula hasta unas bases que todo lo consienten y aún aplauden como una clac servil. Cosculluela le llamó por su nombre de capitán de la nave, ¡capo!, con muy buen criterio. La verdulera oficial del reino, la doña Villalobos, silenció su micrófono, alterada por tal término qué consideró insultante, cuando ella, mientras discurseaba tonterías triunfalistas su jefe, estaba jugando con su tablet en un ejercicio de desconsideración abrumador. Por ese comportamiento detectado, en cualquier parlamento de un país serio y verdaderamente democrático, sería suficiente motivo de expulsión a perpetuo de tan “honorable” institución. Este país todavía, al menos en sus instituciones y en el comportamiento de la mayoría de sus miembros, resulta, como siempre y tradicionalmente de traca. Nada hemos aprendido, solo a robar, y luego pillados y probados los cargos, negarlo todo con la mayor desfachatez, cobijados en la estratégica lentitud de la justicia. Resumiendo, y como antaño, Piolín, véase Pedro Sánchez, al menos en mi humilde opinión, sale victorioso con un seis sobre un Silvestre, véase Mariano Rajoy, que suspende con un dos y medio…También tuvo su valor la frase del joven Garzón de IU, quien haciendo honor a su apellido, dijo al jefe nacional catolicista de España: “¡República, y le vamos a echar!”… Pues mira por donde, ¡me gustó! Yo también soy republicano. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 25-02-2015

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