jueves, 19 de febrero de 2015

PICASSO Y A CORUÑA

PICASSO, EXPOSICIÓN EN A CORUÑA ¿Eres español, de ese país que hacen solo homenajes a los muertos y bien muertos? Esto me decía el pintor británico Lance Smith y su esposa a principios de los años noventa del siglo pasado durante mis numerosas y prolongadas estancias en Gran Bretaña. En ese país es penoso el ser artista o persona destacada. No les hacen el menor caso. Aún peor, suelen hablar mal de ellos. Tengo entendido, continuaba Lance Smith, que además el vicio nacional parece ser que es la envidia. Debe ser por eso que resulta bien difícil el que un artista o persona de talento salga adelante. Me decía más ¡quédate aquí amigo!, viendo tus trabajos seguro que repararán en ti y triunfarás, ¡Londres vale la pena! Estas y otras cosas parecidas me dijeron también en New York. Quiero que mi obra permanezca en mi país fue mi respuesta. Las gentes de gobierno solo se preocupan de hacer propaganda de los muertos, y alguna que otra vez dan cancha a un artista que ya muy considerado está a punto de fallecer. Una especie de carroñería detestable. Y ahora hablo yo, diciendo que esto es bien cierto. Recuerdo cuando la Xunta le preparó una gran exposición a Laxeiro unos meses antes de morir, y presidiendo Fraga Iribarne la mesa. Tomando la palabra interrumpió el anciano artista.- ¿Y ahora para qué? A la salida, sentado penosamente en un sillón me repitió las mismas palabras. Bien triste y cruel aquella confesión cargada de sensatez, tristeza, y verdad. Ahora nos presentan una exposición sobre Picasso en A Coruña. A estas alturas todo interesado en las artes ya ha visto en diferentes museos la obra de Picasso. ¡Tarde, mal, y arrastro! Y los de aquí que dura y esforzadamente viven, y qué los hay muy buenos, y entre los que me cuento, a tomar por saco, ¡ni caso!, tras la muerte, se irán haciendo con obras de quienes no respetaron en vida, a la manera de aves carroñeras que acuden al festín de los despojos. Se harán ricos, y quedarán como protectores del arte. Sí, pero no de los artistas… ¡Qué desvergüenza y mala tradición! Negra como la noche, y pesada como una losa. En este país sigue siendo una desgracia el poseer talento ya que generalmente nos gobiernan mediocres, incapaces, y envidiosos. ¡Qué les siente bien esa muestra del maestro! Si él se levantase los correría a brochazos. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 19-02-2015

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