miércoles, 16 de junio de 2010

LOS REYES Y LA CRISIS

LA INDIFERENCIA HABITUAL DE LOS REYES


Inmenso número de españoles y españolas de diferentes edades, por mor de la insostenible situación, pasan hambre y frío en este infeliz país, sin que el gobierno, de una vez por todas se decida a poner remedio a tales cosas. De la oposición ya nada merece la pena comentar, puesto que sus intereses, a la vista de los hechos y de sus palabras, van por otros derroteros, única y mezquinamente electoralistas. Los inmensos fondos reservados, de los que hemos tenido conocimiento hace años, debido al despreciable affaire Luis Roldán y de algunos de sus compañeros, podrían servir ahora para paliar muchas de las carencias y penalidades que un inmenso número de españoles de ambos géneros, padecen. Es en estos momentos cuando esos fondos debieran ser utilizados. Pero, increíblemente, nadie habla de ellos; ni gobierno ni oposición, ¡Que cosas! Sobre ese pingüe escondrijo todos permanecen en silencio. ¿Necesitarán tal tesoro, viendo las cosas mal paradas, para huir con él ocultamente? ¡Quien sabe!
De todas maneras, si partidos en el gobierno, oposición, y todo tipo de sindicatos y agrupaciones políticas menores, han salido a comentar y tratar, de una manera o de otra, las precarias circunstancias financieras, económicas y de empleo que se están sufriendo, todavía no he visto a la familia borbónica, que cómodamente reina en este país, salir a decir que renuncian a tales o cuales rentas, para ayudar a los menos favorecidos en tales circunstancias. Claro que los reyes y aristócratas, ya se sabe desde antiguo, que para nada tenían en cuenta al pueblo, a quien además siempre despreciaron; únicamente para su explotación, puesto que de el, de ese pueblo, extraen sus abundosos sueldos, unos y otros; y para cargarlos de impuestos, cuando necesitaban dineros para sus juergas, cacerías, y vacaciones. Aunque hoy, hay que decirlo, todo más camuflado, sigue igual. Curas y reyes, a vivir regaladamente sin contrapartida alguna, aunque la gente con el hambre y con el frío, afile las uñas como reza el dicho.
Resulta altamente ofensivo que nadie de la familia real (las demás son de cuento) haya salido en apoyo del pueblo más necesitado, cosa que les honraría; pero claro, no está tal costumbre ni en sus atrofiados genes, debido a la endogamia más enfermiza, ni en su tradición.

Eduardo Fernández Rivas
Fiunchedo; 16-06-2010

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