domingo, 2 de noviembre de 2014

CRISTIANISMO; POR JUSTICIA IGUALITARIA ABOLIDO POR DECRETO

CRISTIANISMO; ABOLIDO POR DECRETO El Primer paso lo dio Constantino I en Nicea (325 AD), emperador romano, y llamado por la iglesia católica el Grande. El definitivo, en el ámbito de la iglesia ortodoxa se lo debemos al emperador Teodosio con su decretazo de 27 de febrero de 380 AD, obligando al cierre de todos los templos e instituciones consideradas paganas. El fanatismo cristiano y la visión globalizadora e interesada de la corte imperial, así como el entramado social de los territorios en todos los niveles administrativos concluyen, tras la supresión paulatina de las seculares subvenciones estatales a las instituciones de todo tipo religioso, académico, cultural, y científico, en el desmantelamiento de toda la sabiduría milenaria atesorada en tales instituciones. El conocimiento acumulado durante tantos milenios nos fue sustraído por ese criminal decreto de Teodosio. La Biblia, el libro sagrado y fundamento del judaísmo y sus herejías: la cristiana en todos sus matices y sectas, entre ellas la peor de todas, la católica, y el islam, no deben olvidar que entre los aforismos de tal libro se encuentra aquel que dice que con la vara que midas serás medido. Por lo tanto pienso, qué el cristianismo será erradicado cuando una sociedad realmente formada en un educación y enseñanza, gratuita, igualitaria, y laica, alcance a todos los niveles sociales por igual. Entonces esos mandatarios de tal manera formados decretarán de la forma más natural la erradicación de religión tan peligrosa, falsaria, injusta, y contranatura y felicidad. Decía Denis Diderot, uno de los artífices de la enciclopedia en la Francia del siglo XVIII y uno de los padres más preclaros de la Ilustración que el ser humano será libre cuando el último papa sea estrangulado con las tripas del último rey. Estaba mostrando a los dos verdugos más sanguinarios y profundos del humano ser. Decía el filósofo también: “Los filósofos no han matado a ningún sacerdote, sin embargo los sacerdotes sí han matado a muchos filósofos…resumiendo, debemos liberar a las sociedades de religión tan falsa y usurpadora, que únicamente procura el dolor y el sufrimiento más sádico de cuantas religiones hayan poblado nuestros territorios. Negando la felicidad del ser, en base a una patraña inserta en la promesa de una trascendencia post mortem, destinada a sus fieles e incapacitando para ello a los demás seres. ¡Una injusticia y una mentira de profundidades crueles y abismales! En ello ya se ve quienes son y lo que pretenden; negocio único y sin competidores. El cristianismo tal como fue impuesto, y por justicia igualitaria, debe asimismo ser abolido por decreto. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 02-11-2014

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