sábado, 15 de noviembre de 2014

NOSTALGIAS DE POLTRONA

NOSTALGIA POLTRONERA Como almas en pena vemos deambular a quienes otrora detentaron cargos políticos sin más mérito que el de la lealtad y el vasallaje. La nostalgia de poltrona en sus diferentes niveles hace mella en ellos y ellas como un terrible vendaval sobre el glorioso bosque. Unos suspiran por impartir alguna conferencia, cosa qué si consiguen nadie acude, y todos arrastran sus cuerpos por aquellos lugares y edificios institucionales en los que se sintieron alguien. Como aquellas creencias del Antiguo Egipto que decían que los espíritus de los muertos, debido a la nostalgia de aquellos cuerpos en los que moraron durante años, frecuentaban las necrópolis para incorporarse a las carcasas momificadas. Salían de las tumbas, pero convertidos en formas fantasmales solo visibles durante la noche por la escasez de luz. El sol diurno no permitía esa visión de tristeza y miedo. La adulación y el falso respeto de que eran objeto esos politicastros de ambos géneros, casi nunca era debido a méritos propios, únicamente los cargos eran respetados, pero nunca en la mayoría de los casos las personas que los detentaban. Con una fachenda propia de la ignorancia y del desconocimiento de la verdadera sustancia democrática se paseaban por entre sus vecinos con una distancia displicente y soberbia. Hoy como molestas chinches, continúan visitando oficinas administrativas como si ello les calmase de un desequilibrio propio del recuerdo de aquello que fue pero que jamás será. Se encaminan al desarrollo de alguna enfermedad mental de mayor o menor gravedad. Nunca entendieron cual era su verdadero cometido. España está gestionada, y en todos los niveles administrativos, por una mayoría de los peores y más torpes cerebros que en este país se puedan encontrar. Las lealtades exigidas en cuestiones de política no permiten el acceso a los gobiernos de los mejores…Es posible que la naciente fuerza política “Podemos”, si accede al poder, consiga dar un vuelco a todo ello y entonces se facilite que los mejores y con vocación de servicio público verdadero accedan a los cargos que sus anteriores han corrompido. Muy dura ha de ser la lucha para conseguirlo. Yo les animo. Es lo único en la panoplia política de este país que me ilusiona. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 15-11-2014

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