sábado, 15 de noviembre de 2014

CATALONIA, COMPANYS Y MACIÁ

CATALONIA VERSUS INDEPENDENCIA Para mí, resulta obvio que la trastada independentista de Artur Mas y ERC tiene su origen en el comportamiento del PP cuando en el año de 2006 recoge firmas contra el estatuto de Cataluña. En mi opinión, una canallada que les hace herederos ideológicos de la CEDA, fundada el 28 de febrero de 1933 (Confederación Española de Derechas autónomas) y que propició, bajo el liderazgo de José María Gil Robles, con su extremado conservadurismo nacionalista hispano, de corte profundamente católico y afín al nazismo, la insurrección de Cataluña, proclamando Lluís Companys, a la sazón presidente de la Generalitat, el Estado Catalán el 6 de octubre de 1934, dentro de la República Federal Española, hijo de “L` Estat Catalá” de 1931 liderado por Companys y Maciá. Yéndose todo al traste al concluir la guerra civil, y asentarse en España la negra y pesada losa de un franquismo detestable e inspirador del Partido Popular, nacido Alianza Popular, (heredera de AP Acción Popular núcleo de la CEDA), creada por un ministro de Franco como era el señor Fraga Iribarne sosias de José María Gil Robles. Estoy convencido de que si otro partido de corte más democrático, y respetuoso con las singularidades propias de los diferentes territorios que configuran este país, estuviese en el gobierno, esa situación de insurrección actual, no se hubiera producido nunca, al menos con tales formas carentes de diálogo y entendimiento. Conjeturo pues, qué el mayor culpable de lo sucedido es el comportamiento intolerante de un rancio españolismo centralista y católico, propio del actual partido gobernante, quien por otro lado, su líder Mariano Rajoy, se sometió sin rechistar, con la aquiescencia de todo su gobierno a los manipuladores y crueles dictados de su homóloga alemana Ángela Merkel. Hermanos de partido e ideología católica, y que nos condujo, en gran parte, al desastre económico y social propio, que España sufre dentro de la profunda recesión internacional. Una sangría innecesaria que tiene al país sumido en la desesperación y el drama. Con tales premisas no entiendo como no surgen otros casos de independentismo como el de Cataluña. Al margen, claro está, de mis consideraciones acerca de la mascletá de Artur Mas y sus acompañantes del 9 de noviembre pasado, algo que ya he expresado en otro artículo recientemente. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 15-11-2014

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