sábado, 13 de diciembre de 2014

LA CRISIS QUE SE VA DE PARRANDA...¡Y UNA MIERDA!

LA CRISIS QUE NOS DICE ADIOS… ¡Y UNA MIERDA! Como un nuevo profeta bíblico, Mariano Rajoy, presidente a la sazón del gobierno de España, difunde en sus viajes por el mundo la falacia de que la crisis sufrida por la patria está ya en recesión. Aquello de los siete años bíblicos de abundancia que seguirán a los siete de escasez, pareciese que fuera la máxima que inunda el corazón del sabio presidente y líder del PP, heredero natural del nacionalcatolicismo más franquista y casposo. Este señor y su equipo no se dan cuenta de la realidad que vive el país. No deben asomarse a las ventanas de sus huecas cabezas para ver la situación verdadera que inunda a España. Hambre, precariedad retributiva, paro, y desahucios al por mayor. Resultan tan insultantes las manifestaciones de este hombre que hemos decidido que se nos ha colado como presidente un farsante sin mientes y sin un mínimo siquiera de humanidad hacia sus semejantes, que dado su vacuo comportamiento cada vez lo somos menos. La comparsa que lo arropa, y en diferentes niveles, padece de la misma estupidez y arrogancia. Pobre ciudadanía española que tiene que soportar durante estos cuatro años a semejantes usurpadores de ambos géneros. Resulta algo tan impropio de este siglo tan cargado de avances de todo tipo el que una casta de energúmenos tales haya logrado el acceso al gobierno de este país. ¿Pero no se le cae la cara de vergüenza al pronunciar tales disparates como es el de la desaparición de la crisis como que ya fuese cosa del pasado? Resulta inaudito tanto despropósito y majadería, por demás ya electoralista. La mentira pronunciada desde las altas esferas de los gobiernos, y además socialmente contrastada, cuando resulta cosa que agrede profundamente a un país debiera ser castigada como delito de lesa humanidad con las penas adecuadas. Roban, delinquen de mil maneras, trapichean entre ellos y los demás poderes con una impunidad insultante que pudiese llegar a provocar una justificada violencia callejera y de todo tipo. Para ello se blindan con una mal llamada ley de seguridad ciudadana, y que es todo lo contrario. Una auténtica burla y escarnio a la inteligencia, a la democracia y a los pueblos. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 13-12-2014

No hay comentarios: