martes, 11 de junio de 2013

NESSUN DORMA; UNA DE PUCCINI

NESSUN DORMA (NADIE DUERMA) Un país abochornado por la corrupción multiforme de los políticos y de los poderosos de todo tipo. Un país en manos del paro más profundo. Suicidios, dramas familiares y sociales de todo calibre. Claro que en tales circunstancias, nadie puede dormir (nessun dorma) Nuestra cruel princesa Turandot desde el gobierno, decapita y miente a los pretendientes que promueven la honestidad y la limpieza, aduciendo que la situación requiere tales sacrificios. Aunque como en la ópera de Puccini, siempre se le exijan a los mismos las duras pruebas. La princesa en su fría estancia sigue mirando a las estrellas, mientras aquí abajo la sociedad se debate desesperadamente para conseguir llevarse algo a la boca. Tras los numerosos príncipes caídos, nos preguntamos na “Taberna do Croio” ¿Dónde estará ese príncipe salvador de nombre oculto que ha de acabar con esta crisis? “Ma il mío mistero è chiusu in me”. “Il nome mío nessun saprá” ¡Qué se ha de saber quien ha de ser el salvador que arregle tales despropósitos! Por lo que se ve, en España, la cruel Turandot tiene para rato. Es de risa que se presente como príncipe Calaf, el libertador de la ópera de Puccini, míster Aznar, quien ahora habla más inglés que Shakespeare, aunque, eso sí, con el acento inconfundible de Chiquito de la Calzada. Buena nos espera con tal retorno. Pongámonos a temblar, Turandot con bigote hitleriano, ¡qué espanto y que farsa! Su nombre, además, es ya, de todos bien conocido, lo mismo que sus políticas neoliberales tan desastrosas como aquella ley del suelo que hasta esta situación nos trajo. Tiene el hombre nostalgias de poltrona, y cree estar imbuido de un mensaje soteriológico que le convierte, según él cree, en el enviado de un dios tonante que le proveyese del rayo purificador y justiciero de destrucción masiva. “¡Demo non digas!” El coro de mujeres sigue cantando: “Il nome suo nessun saprá” “E noi dovremo, ahimè, morir, morir” (El nombre del libertador nadie sabrá, y nosotros debemos morir, morir) En fin, todo en este país es para salir corriendo y no regresar jamás. Los podridos y poderosos chorizos y choricitos, han contaminado el pan social. El Club de Bilderberg, con tanto mando y pujanza hermetista resulta una cofradía franciscana al lado de nuestra tropa política. ¡”Nessun Dorma”! Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 11-06-2013

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