miércoles, 5 de junio de 2013

LA CRISIS: LA MARCA ESPAÑA Y OTRAS

LA CRISIS: LA MARCA ESPAÑA, Y OTRAS Estamos más que hartos de oír hablar de la marca “España”, “FROB” y otras tonterías y eufemismos oscurantistas que lo único que ocultan es el expolio de las arcas públicas en beneficio de la banca más corrupta y afín a todo tipo de gobiernos. La marca de un país se consigue con buena política y una producción de alta calidad. Jamás, en mis abundantes y diversificados viajes de alta permanencia por el mundo adelante, he oído la marca de ningún país, únicamente de la buena calidad de sus productos y políticas. La marca España, con lo que aquí se llenan la boca ese tipo de gentes tan alejadas de la realidad social como son los políticos y el ámbito periodístico, no ha existido nunca, si no es para identificarnos con toros, pandereta y faralaes. Dos castas, la política y la periodística, encompinchadas según sus ideologías e intereses, y qué de tal manera se tiran los trastos a la cabeza, no por beneficio social, sino debido a esos intereses variados que obligan. Una prensa de estómagos agradecidos. Si bien es cierto, más cercanos unos que otros a las necesidades del españolito de a pie que somos la inmensa mayoría. Pero que no se engañe nadie, eso no son más que salpicaduras que no alcanzan a empapar. La marca España jamás ha existido. El FROB, con su eufemismo: “Fondo de Regulación Ordenada Bancaria”, nutrido, qué no lo dicen, con dinero público es el mayor agravio comparativo que se ha hecho a la sociedad española con rentas más bajas, pero de cuyos impuestos también se nutren esas arcas públicas. Vamos, una desvergüenza. Este país no aprende, se calla tras unas lánguidas protestas ordenadas, y una represión policial que le asusta, y con ello ya hemos cumplido. Un país de bojiganga, misa, y comunión dominguera. Con tales premisas no se va a ninguna parte decente. Otro de los fracasos de este triste país llamado España es el que debiera ser el más importante de todos los poderes: La Judicatura. Desesperadamente lenta, hasta un extremo inconcebible en un estado verdaderamente democrático, cambiante, sometida, y en su mayoría del “Hostia Party”, por lo cual sus sentencias, habitualmente estarán trufadas de ideología católica que ofende a la prístina justicia. Defensores del pueblo nepotistas e ineficaces, muy alejados de sus cometidos, y qué solo están para cobrar sueldos inmerecidos. Un país de eufemismos de todo tipo y color. Todo está sobre los papeles pero sin la aplicación que obliga. Un país en el que una gran mayoría depauperada aplaude a rabiar a unos deportistas que cobran fortunas desproporcionadas por dar patadas a una bola de trapo como si fuesen niños grandes…¡Qué país! ¡Un mundo al revés! Y, toda vez de nuevo convocadas las sesiones de “A Taberna do Croio”, continuaremos con otros temas de cuidado en los próximos artículos. Aquí no va a quedar títere con cabeza. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 05-06-2013

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