LA CRISIS ESPAÑOLA ENCOMPINCHADA CON POLÍTICOS INSENSATOS Y BANQUEROS USUREROS

LA CRISIS ESPAÑOLA FUNDAMENTADA EN LA INSENSATEZ POLÍTICA Y LA USURA BANCARIA Cuando se pretende fundar cualquier tipo de industria o negocio, digamos, seriamente, lo primero es realizar un estudio de mercado para saber cual podría ser la tirada de ese producto distribuido en un área concreta. Pues bien, la construcción en nuestro país, y aquella ley del suelo, madres ambas de todas las desgracias sobrevenidas, se realizaron sin estudio de mercado alguno. Se construyen cien viviendas, pongamos por caso, cuando eran solo quince los posibles compradores. Los bancos, mirando para su propio negocio imbricado en la usura, concedieron créditos a cualquiera que tuviese una nómina, y aún ellos mismos inflándola cuando fuese necesario, para así alcanzar la cantidad mínima exigida para conceder ese préstamo o hipoteca. Eran esas instituciones financieras y bancarias, conocedoras de lo que andando el tiempo se nos habría de venir encima: los desahucios y penurias que ya conocemos. Políticos insensatos, atendiendo más a sus intereses privados y electorales, que a los de servicio público, se cargaron de deudas buscando el éxito de sus propias campañas electorales y otras. Deudas que luego los bancos condonaban en atención a recibir todo tipo de favores y privilegios. De esta manera los gobiernos de todo color fueron prisioneros de sus amos y señores: los bancos, quienes hicieron y obraron a su antojo de usura. Los bancos son instituciones que por su antigüedad conocen a la perfección como se mueve el dinero y su entorno, así como también saben que lo fundamentado en la deuda desproporcionada conduce al cataclismo de la ruina. Así, dispusieron préstamos e hipotecas dentro de unos contratos que los amparaban aunque arruinasen a los contratados: contratistas, promotores, constructores, y el cliente final que cargaba con todo, y a quienes sedujeron arteramente. Pero en mi lega opinión, son los metidos a políticos, que no políticos verdaderos, aquellos quienes rigen nuestros destinos sociales y económicos desde los gobiernos de todo nivel, los verdaderos culpables de esta lastimosa situación. Es a ellos a quienes debemos exigirles las responsabilidades mayores, sin olvidar a los otros, los banqueros. Continúan protegiendo sus delirantes sueldos y prebendas, sus jubilaciones disparatadas mientras el pueblo que todo lo paga permanece en la miseria y la desesperanza más absolutas. ¡No lo permitamos por más tiempo! Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 02-06-2013