martes, 26 de abril de 2011

LESBIANAS Y MADRES EN LA ESPAÑA CATÓLICA


LESBIANAS Y MADRES EN LA ESPAÑA CATÓLICA

Cuadro a óleo sobre lino que representa a la papisa Juana.
Medidas:130x130 cm.
Autor: Eduardo F. Rivas

España, una monarquía constitucional con flecos medievales y marcados resabios autoritarios, propios de una reciente y prolongada dictadura política y católica, dando así al traste con los intentos, a veces desesperados, de asentar una democracia que no acaba de madurar, debido a ese lastre deliberado que la retrasa, situándola continuamente en un camino repleto de piedras y trampas, que no le permiten encontrar de una vez su destino al nivel de sus vecinos más progresistas y verdaderamente demócratas, quienes se sitúan dentro de los parámetros de una actualidad moderna y socialmente librepensadora, y de una laicidad verdadera, por la cual no existen intromisiones, ni en el pensamiento privado, de credos y dogmas, ni en ninguna de las instituciones de todo nivel, ni de sus representantes, que pudiese ejercer una influencia dañina y torcida, en las sentencias y determinaciones públicas, así como en el comportamiento de esos cargos políticos de todo ámbito, ya con tradición democrática largamente probada.
Digo todo esto, debido a que esta mañana del día 26-04-2011, martes, he tenido que escuchar a través de la radio el problema de una lesbiana en Asturias, acerca de la negativa de la consejería de Sanidad, en la voz de su representante, para que se le realizase una reproducción asistida o fecundación artificial, debido a la propia exigencia de su naturaleza que la incapacita para ayuntamiento con varón al sentir un natural rechazo hacia ese tipo de intimidad. Pero deseosa, y con derecho, de ser madre. Mi sorpresa y escándalo resultó de escuchar al consejero de sanidad de esa autonomía, arguyendo que los gastos de esa manipulación reproductiva, únicamente eran sufragados cuando de mujeres, probadamente infértiles se trataba. Ese, por lo visto, no era el caso. La torpeza de esa autoridad política, quien se aferraba al insólito y contumaz argumento, era incapaz de comprender que el natural problema de esa mujer, como muchas otras, le hacían acreedora a disponer del tratamiento, y en los mismos términos propios para las infértiles, sin más complicaciones, ni indignantes sofismas. Este, por desgracia y tradición católica, es el rostro más común de nuestra querida España, y lo que es peor, en todos sus ámbitos. Una sociedad mal educada, formada en unos principios aberrantes, integristas e injustos. Y hoy todavía heredados por una parte muy sustancial de una juventud, hija de aquellas familias más aferradas y sugestionadas por el antiguo y casposo régimen nacionalcatolicista instalado por Francisco Franco Bahamonde.

Eduardo Fernández Rivas
Lugar de Fiunchedo; 26-04-2011

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