jueves, 14 de abril de 2011

BALTASAR GARZÓN Y SU INJUSTO CALVARIO


EL JUEZ GARZÓN Y SU INJUSTO CALVARIO

Y ahora, y retomando el caso del juez Baltasar Garzón, acerca de las escuchas ilegales, de que se le acusa, en el caso “Correa” (Gürtel), podemos decir, que si bien una mayoría de magistrados del Tribunal Supremo, que dicho sea de paso, ya presumimos de que tipo de jueces está trufado, y en su mayoría, que esa aplicación de la ley igual para todos, que exige la derecha más nacionalcatolicista, aquella heredera de la infausta “justicia” franquista, le diremos desde aquí, que si ciertamente Hanmurabi, con su código del ojo por ojo y diente por diente, gracias al cual los poderosos más abusadores y sin escrúpulos caerían como moscas, hubiese hecho su hueco en este país hace algunos años, y durante el tiempo necesario, pues estas cosas tan chuscas, como es el injusto calvario al que se está sometiendo al juez Garzón, uno de los mejores del mundo, no se darían. El caso Pinochet que Garzón abanderó, también forma parte de esa persecución de la extrema derecha hacia el bravo juez.
Las leyes cuando de asunto terrorista se trata, con sangre y todo tipo de delitos abyectos, debiera, para su descubrimiento, el poder utilizar tales medidas como son ese tipo de escuchas, lo mismo que cuando se trate de aquellos delitos de guante blanco y blanqueo de dineros y capitales procedentes de la cosa pública, con la intervención de beneficiados abogados y políticos en esa trama. No se puede aplicar la ley en ese ámbito, de la misma manera a un delincuente común, desprotegido por su falta de posibilidades de defensa, debido a la precariedad económica y otras, que a un delincuente poderoso, que tiene en sus manos todas las posibilidades de salir triunfante e impune, tras la comisión de delitos tan desproporcionados y multimillonarios que pueden, como ya sabemos, comprar a todo tipo de jueces, magistrados, abogados e incluso otros políticos. Para destapar a esos delincuentes será necesario utilizar aquellos medios, siempre sin sangre de por medio, que pongan al descubierto tales crímenes. Delitos contra una sociedad burlada y humillada, así como decepcionada de la política, de la justicia, y de una mayoría de sus representantes. Sumiendo así a la ciudadanía en una depresión y desesperanza colectivas y traumáticas, al comprobar, entre otras cosas, que a los delincuentes comunes, muchas veces gentes a quienes no les queda otro remedio que cometer ciertos delitos, debido a necesidades básicas y situaciones familiares desesperadas, se les aplica la ley de manera rigurosa y cruel, destruyendo muchas veces su futuro para siempre. Víctimas de unas políticas judiciales y sociales inhumanas, por desprecio y desconsideración al trabajador más humilde y necesitado
El calvario al que están sometiendo al juez Baltasar Garzón, es una injusticia de profundidades infinitas, debido a la torpeza e algunos jueces, y al arterismo de otros de marcada influencia fascista, así como de políticos rencorosos, nostálgicos de la dictadura franquista, y algunos de ellos, vivos todavía, o bien culpables, o con familiares directamente implicados, entre otras cosas, en las matanzas que llenan las fosas franquistas, que Garzón investiga, para justicia de todos y desgracia propia, pero que andando el tiempo, y tras irse alternando las nuevas generaciones, se les ha de pasar, de una manera o de otra, una factura también inmensa.

Eduardo Fernández Rivas
Lugar de Fiunchedo; 13-04-2011

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