jueves, 12 de enero de 2012

REYES MAGOS

"MATERNIDAD EN SOL"
Óleo s/lino
Autor: Eduardo Fernández Rivas
Año 1985
UNA DE REYES MAGOS

TIRÍDATES REY DE ARMENIA Y SU COLORIDA PROCESIÓN A LA ROMA DE NERÓN


Año 66 de nuestra era. Roma y su inmenso imperio era gobernado por el histriónico Nerón, antes Lucio Domicio Ahenobarbo.
Roma y su emperador, así como toda la sociedad romana, en todos sus niveles, esperaban la entrada en la metrópoli de la gran procesión oriental, procedente de Partia y del reino de Armenia. Dicha caravana estaba liderada por su rey, Tirídates, hermano de Vologeso rey de los partos. El esplendor de tal comitiva había deslumbrado a todos aquellos pueblos y ciudades por los que había discurrido desde la lejana Armenia. Tal era su colorido, y tanto el número de participantes, entre soldados, jefes, rey y su corte, magos y demás parafernalia, tan del gusto del exagerado oriente, que por donde pasaba aquella exótica caravana, despertaba la admiración más alucinante.
El general Cesennio Peto había sido derrotado en Armenia y sus legiones, la cuarta, la quinta y la duodécima, dispersadas, así como los ejércitos aliados del Ponto, Capadocia y Galacia. Con sus hombres llorando, desarrapados, y muertos de hambre, fueron recibidos por el general Corbulón. Después de negociaciones con Roma, la ciudad de Tigranocerta sitiada por los partos, al mando de su rey Vologeso, se abandonó el asedio, y Tigranocerta, defendida por Corbulón reducido quedó libre. Aunque la derrota inflingida por los partos al romano, fue vendida en Roma como un triunfo que Nerón celebró, después de aquellas negociaciones, en las que Vologeso, rey de los partos, y su hermano Tirídates, pretendiente al trono del reino de Armenia, y por decisión propia, decidiesen firmar una paz con el emperador Nerón, si este aceptaba la coronación del armenio. Quedando el reino bajo protectorado romano. Tigranes, el rey de Armenia, y hermano de los anteriores, entronizado por Roma, tiempo atrás, había sido depuesto por excederse atacando territorios fuera de su jurisdicción.
Cuando el mensaje de sometimiento llegó a Roma, el emperador lo firmó lleno de júbilo, accediendo a que Tirídates, de la dinastía de los Arsácidas, se presentase en la capital imperial para recibir del emperador, y con ello confirmar, la investidura de manera legal, pública y senatorial. Tirídates, lo único que quería era reinar aunque fuese como títere de Roma. Indignidades propias de reyes y demás tiranos. Lo mismo que los monarcas constitucionales, que lo que quieren es ser reyes como sea, “que me dejen reinar aunque sea un poquito” debiera ser la máxima de sus blasones.
Bajando desde el nordeste, y tomando la vía Flaminia, aquel desfile etnológico, cada vez más, por novedoso al entrar en la Europa más austera, subyugaba a cuantos tenían el placer de contemplarlo. Algún anciano largamente centenario recordaba, influido además por la tradición oral, y aunque de manera muy lejana y confusa, la exótica flotilla de Cleopatra VII, que remontando el Tíber se dirigiera hacia Roma, alrededor de un siglo antes. La imperiosa reina de Egipto con la comitiva real que había arribado al puerto de Ostia, y que río arriba se dirigía hacia la metrópoli, jamás había podido entrar en la ciudad, ya que las leyes de la entonces República Romana, no permitían a reyes o reinas traspasar los muros de la ciudad como tales. La austera república romana abominaba de reyes y emperadores. Los consideraba gobiernos injustos, propios de tiranos y déspotas. La memoria histórica comparaba los dos episodios como algo similar, un deslumbrante y exótico carnaval de campanillas y caireles.
Pero, de la enorme procesión de Tirídates, rey y sacerdote zoroastriano, lo que más impactaba, y mayor recuerdo dejó, fue sin duda, el equipo de aquellos magos-sacerdotes de oriente, que acompañaban al séquito de Tirídates, y quienes con sus trucos y artes de magia, cosas que no paraban de realizar delante de un público numeroso y admirado de tales maravillas en las villas, pueblos y ciudades que atravesaron antes de llegar a Roma. Fueron ese tipo de funciones lo que más había llamado la atención. Durante decenios aquellos espectáculos de magia, nutrieron las nostálgicas conversaciones de emperadores, de reyes, de plebeyos y de esclavos. Nadie hasta entonces, desde Cleopatra VII, al menos por aquellas latitudes, había contemplado cosa igual. Un circo de oropel, deslumbrador, extravagante y peregrino.
Roma; centenares de miles de romanos y su emperador, recibieron en triunfo la comitiva espectacular del rey-sacerdote Tirídates. El armenio, después de ser despojado de su corona, ceñida desde un año antes en su capital, fue investido por Nerón, con la diadema que Corbulón había recibido en Rhandeia. El grandioso espectáculo, tras el éxito clamoroso, y a petición popular, hubo de reproducirse en el teatro de Pompeyo, con Nerón enteramente vestido de oro. Según Suetonio, un espectáculo digno de los fastos teatrales a los que el emperador era tan adicto. Debido a esa paz, que de alguna manera dejaba a todo el imperio sin problemas bélicos en las fronteras, el templo de Jano fue cerrado.
Allá por el siglo II de nuestra era, y sobre todo durante el IV y el V, extenso período en el cual se configura el cristianismo oficial, es cuando la secta cristiana ya muy extendida, aunque variopinta y a veces exótica, necesita dar forma y sustancia a su inane mito. La jerarquía, encarga entonces, y mediante concurso, a escritores propios, una historia creíble, en torno al mítico maestro de Galilea, que sostenga ese mito, basado en la crucifixión de un tal Jesús, uno de tantos judíos crucificados. Ya sabemos que algunos de esos autores, al dejar volar un poco más su fantasía, su obra fue desechada, perseguida, y tratada como apócrifa o falsa, al no servir a los oscuros intereses que se buscaban. Uno de los matices más luminosos del inicio de la fábula cristiano católica, es sin duda, aquel de los tres reyes magos llegados de Oriente, para rendir culto a su señor, el divino infante Jesús. También Tirídates rey oriental y con sus magos, vino de oriente a Roma a rendir pleitesía ante el rey de reyes, Nerón. Era el emperador, entonces, como la divina encarnación que procuraba el bienestar de la ciudadanía, el dios vivo que recibía culto divino en su propio templo. Para mi resulta innegable, como para muchos historiadores y escritores de mayor enjundia que yo, que el mito cristiano de los reyes magos, tiene su origen en este hecho de la marcha hacia Roma de la magnífica y excéntrica procesión de Tirídates, que proveniente de oriente hechizó a todos, quedando como algo indeleble en el recuerdo. Algo repetido y magnificado por las generaciones posteriores, y a lo que los evangelistas, insertos en aquella sociedad, educación y tradiciones, no habrían de ser ajenos. Vemos, de esta manera, como se ha utilizado un hecho real, manipulándolo como en otros muchos casos, al antojo de los intereses de una secta religiosa, en este caso la cristiana. De todas maneras, únicamente en Mateo se habla someramente de esta visita, aunque habla de casa y nunca de un pesebre. Por otro, lado la iglesia romana maestra en interpolaciones, posiblemente alteraría el evangelio de Mateo para dar justificación a esa fábula regia de la visita a Belén.
Me imagino que si la Roma de ese momento, en vez de ser imperial, fuese republicana, como lo era durante el momento de la llegada de Cleopatra VII, nunca un credo monopolizador y vacuo como el cristiano, hubiese sido posible. Si a Cleopatra, la última representante de la macedónica dinastía Ptolemaica, aún después de la enorme rabieta al no ser recibida en Roma intramuros, y su fastuoso palacio construido asimismo, extramuros, provocó su ira, retrasando la visita del apurado Julio César, no le permitieron aquellos juegos florales, (la triunfal entrada de Cleopatra en Roma es creación de fantasías cinematográficas y de cuentos sin medida. Nunca fue cierta, tal como se nos ha querido contar) propios de chamarileros y funambulistas regios, tampoco a Tirídates tal cosa se le hubiese concedido. Cosas y disparates de reyes y de cristianismos católicos y fastuosos, siempre aliados, más bien propias de circos y teatros, así como de fantasías desproporcionadas, que gracias a circunstancias muy singulares fueron, para nuestra desgracia, puestas en práctica y obligándonos, entre reyes e iglesia, bajo pena de tormento y muerte, a creerlas de rodillas y mirando al suelo, castigados sin culpa, como tristes y sometidos pecadores suplicantes.

Eduardo Fernández Rivas
Fiunchedo: 17-12-2007

jueves, 1 de septiembre de 2011

JESUCRISTO EL JUDÍO



Obra de Rivas:
Título: Jesucristo resucitando entre Judas y Pilatos
técnica: óleo S/lino
Medidas: 73x60 cm.
Año: 2009
Colección: "VIUDAS DE DIOS"

JESUCRISTO EL JUDÍO: BREVE HISTORIA DE SU AZAROSA VIDA EN UNA INTERPRETACIÓN JOCOSA Y VERSEADA, QUE NO FALSEADA


Decía Jesucristo:
Disfruta del pisto
Y no te cases si eres listo.
Yo, que yací con Magdalena
Y con alguna que otra nena
En libertad bien amena;
Libre de femenil mangoneo,
Sin matrimonio ni empleo
Del abstruso papeleo
Disfruté del delirio y devaneo
Con los amigos varones
En bien proveídos figones,
De juergas, borracheras,
E inolvidables cenas.
En la última me pillaron
De madrugada y borracho,
Y para disimular las verbenas
Nos fuimos desperdigando,
Y aunque medio mareado
En un huerto me hallaron
Vomitando un camarón
Que en mala condición
Se me coló de rondón
En aquel plato marrón
Proveniente del fogón.
Me agarró la romana policía
Quien me arrastró por la vía.
Que por escándalo público
Me llevó a la prevención
Tratándome de maricón.
Mis amigos me negaron
Por un miedo descarado.
Y así, solo y abandonado,
Entre judíos y romanos,
Y bien atadas las manos,
Castigado por altercados
Y por locuras etílicas
Y sustancias psicodélicas,
Que me hacían decir
Barbaridades sin fin
Con porte bien altanero:
Que yo era rey de no se donde
E hijo de no se quien.
Por un dios puse a mi padre
Y por su barragana a mi madre,
Al modo de un Zeus pagano
Es este dios casquivano
De judíos veterano.
Al carpintero José,
Como al tonto Josué
De cuernos lo coroné.
Tantas locuras armé
Que arrogante con Pilatos
El prefecto de romanos,
Quien disfrutaba comiendo
Me arrojó dos de los platos
Que dieron en mi cabeza
Espesa como una berza.
Para recuperar la razón
Perdida de tal colocón
Me dieron un palizón,
Que siendo la cosa peor
Arrogándome reinos propios
Y divinos territorios,
Acabé clavado en la cruz
Teniendo a cada lado un ladrón,
¡La compañía adecuada
Por ser yo otro lambón!
Pero la culpa fue de mi madre
Que siendo yo casi un adolescente
Me hizo creer de repente
Que habría de tener poder
Y convertir sin temer
El agua sin aliciente
En un vino chispeante,
Delicioso y bien ardiente.
En las Bodas de Caná
Gente viene y gente va,
En cuadrigas relinchadoras
Y en las humildes bigas
Bebiendo del alegre vino
Dándole al cazo sin tino,
Y un aguado calimocho
Que llegó tras el despacho
Del último garrafón
Del que exprimieron el tapón.
Y habiendo un trasiego tal
Del vino trascendental
Sucedió aquel incidente:
Encontrándome presente
Y habiendo faltado aguardiente
Y el vino más excelente.
Fue cuando mi madre dispuso
Mareada como un huso,
Que semejaba un onagro,
Que yo obrase el milagro
De convertir el agua en vino,
Y que habiendo de ser el más fino
Quedé desde entonces divino.
Mi nombre y aquel prodigio
Tanta fama me trajeron
Que desde entonces me llaman:
¡Jesucristo el vinatero!
Y tanta afición le cogí
A un caldo tan bullanguero
Que libo más a menudo
De lo que conviene al mundo.

Pero volviendo al matrimonio
Y siendo tema del demonio
El obligar a las gentes
Que mediante un documento
Ante dioses y ante gentes
Se queden sin el mejor patrimonio
Que es la libertad sin estorbos
Ni veleidosos contratos
Que esclavizan a las partes;
Y al hombre, fogoso de natural
Atrapado aún más por sus partes.

Si fue por orden del papa Siricio
O por el Concilio de Trento que el clero permanezca soltero,
O más bien célibe y bullanguero,
Ha sido buen argumento
Para que disfrute el clero
Así libre y bien contento
Del placentero himeneo
Sin papeles de por medio
Aunque con fruición practiquen
Las cosas del oculto perineo
Y de su vecino el del meo,
Alegres y bien contentos
Mientras leen un tebeo
Que la beata les da
Mientras le hacen el meneo.
¡Que se casen los tontos!,
Los torpes y los idiotas,
Que se verán enseguida
Sumisos a sus mujeres,
Más que perros obedientes,
Caprichosas e indiferentes,
Que les han de proveer de cuernos,
Ya de hecho o en pensamientos
A las primeras de cambio
Con altisonantes truenos.

Eduardo Fernández Rivas
Lugar de Fiunchedo; 01-09-2011












miércoles, 17 de agosto de 2011

UNA DE PAPAS Y RANCIOS AUTÓCRATAS


UNA DE PAPAS Y DEMÁS DICTADORES Y CÓMPLICES

Obra de Rivas
Título: "AD PERPETUAM 12" (Salida al día)
Óleo sobre lino
Medidas: 46x55 cm.
Año: 2004

¿Cómo se puede permitir sin rubor alguno la visita de un autócrata, líder máximo de la iglesia católica madre de la misoginia más escandalosa, con ese boato imperial propio de jubileos faraónicos y revenidos emperadores romanos, a un país que presume de ser un estado moderno y aconfesional, y en un agravio comparativo de excepción, hacia los demás jefes de estado que nos visitan?
La desvergüenza institucional, en este caso no conoce límites. Toda la parafernalia que en torno a la visita del papa Rattzinger se ha montado en España, deja bien a las claras lo confuso y cobarde de unos gobiernos sin el coraje suficiente para terminar, después de casi ocho años de gobierno, con toda esta farsa que viene a ser ese circo católico, pleno de horteras resabios obsoletos y bizantinos, tan pernicioso para las libertades y el progreso de las sociedades de todo tipo y época. “El hombre es la medida de todas las cosas”, dijo hace ya dos milenos y medio Protágoras de Abdera, “y nunca orden divina alguna".
¿Cómo nos veríamos si la jefa de la iglesia anglicana, la reina de Inglaterra, decidiese venir a España, como líder religioso y jefa de estado que es, para realizar una junta mundial de las juventudes anglicanas, que en nuestro país alguien ha de haber, con todo boato como es el caso, y a cargo también del erario público español? Y lo mismo si fuese el líder máximo judío, islámico, o hindú. Me imagino que jamás se permitirían tales aberraciones. ¿Porqué entonces ese tratamiento de favor, y aún de distorsionada grandeza, al representante de una institución históricamente criminal y perversa? Únicamente el papanatismo y la falta de coraje del gobierno pueden permitir actos tan depravados. ¿O quien sabe si todo esto no obedecerá a un catolicismo solapado, pero activo y mayoritario, cobijado entre las filas del PSOE, y sobre todo, y lo que sería peor, en sus representantes de mayor rango, alguno bien conocidos, y por lo tanto consentidor, un gobierno así trufado, de hechos tan reprobables?
Debe saber la ciudadanía de este país que la IHEU (Asociación internacional de Librepensadores) reunida en Oslo el 10 de agosto de este año de 2011, (traduzco literalmente) “Denuncia por unanimidad a las autoridades españolas por contemporizar con una persona que es el jefe autoritario de un grupo misógino y antidemocrático, y financiar su viaje con cargo a los ciudadanos que no comparten sus ideas, lo que queda agravado por ser España un país en situación de profunda crisis económica.
Y nos solidarizamos con las actividades de protesta que se llevan a cabo en muchas ciudades de España, pese a la oposición de las autoridades que no respetan la aconfesionalidad del estado prevista en la Constitución Española”. Y yo añado que le llaman Santo Padre, y sentencio que ni es santo ni es padre de nadie, esto último, al menos que se sepa.

Eduardo Fernández Rivas
Lugar de Fiunchedo: 15-08-2011
15160 SADA (a Coruña)

jueves, 4 de agosto de 2011

DESPROTECCIÓN DE LAS ARTES PLÁSTICAS



Obra de Rivas
Óleo s/lino
"PERSEO, ATENEA Y LA CABEZA DE MEDUSA"
Año: 2010
Medidas: 130x130cm.


EL DESPROTEGIDO Y ABANDONADO COLECTIVO DE ARTES
PLÁSTICAS DE ESTE PAÍS, ESPAÑA, “UNA, GRANDE Y LIBRE”,
PARA MAYOR GLORIA DEL CÉSAR; ZAPATERO I Y SÓTER V, ALCALDES, Y DEMÁS BICHERÍA POLÍTICA.

Esta carta va dirigida a todos los medios e instituciones de España con el siguiente mensaje: El colectivo de artes plásticas de este país, concretamente en el ámbito de la pintura, está desde hace muchos años abandonado a su suerte, y esta es bien triste. Nadie, en los medios, o solo en escasísimas ocasiones, se preocupa de este sector tan importante y significativo, en nuestro país y en todos. Que no se olviden, tanto los medios de comunicación, como los torpes y engreídos políticos, que unos pingües beneficios son proporcionados a las arcas públicas, gracias a las vistas a museos en cuyos muros cuelgan obras de nuestros mejores artistas plásticos. El museo del Prado es sin duda el paradigma de lo que digo. Además, el patrimonio en muchos casos, creado por ese colectivo, y muchas veces, en situaciones de dificultad extrema, generará beneficios durante siglos. La mayoría de los artistas que han dejado este legado han llevado casi siempre unas vidas cargadas de dificultades. En otros países, Suecia por ejemplo, estas cosas no se dan. El artista, además de estar muy considerado, se ve como uno de los mayores bienes nacionales. Aquí, vidas heroicas es lo que toca, para poder realizar una obra, que pasando los años habría de ayudar a engrandecer a su país y a su ciudad. En A Coruña, únicamente gestos por parte de la oficialidad, encompinchada con bancos, cajas de ahorros y fundaciones locales, trayendo, la mayoría de las veces, boberías foráneas propias de paletos. En ocasiones, obras ya revenidas y sin interés alguno, con el reclamo de alguna obra menor salida de las manos de un genio, presentadas por engolados y segundones cargos de dudosa credibilidad, venidos de algún museo muy principal, y que solo nos traen aquello que ni ellos consideran. Como si por estas tierras fuésemos poco menos que bárbaros. Sustrayendo al arte propio y artistas, nuestros espacios de arte, como si no fuésemos nadie. Para mayor abundamiento, algunas de las personas con cargos en esas fundaciones coruñesas, si asistimos a alguno de esos indigeribles actos, porque no solo nos han invitado, eso sí, con la intención oculta de relleno, debido al poco interés social, y por ello escaso aforo, al vernos allí, pues ni caso. Regalitos banales, aunque caros, que se reparten entre ellos, ante la perplejidad de la audiencia, quien se ha de marchar aplaudiendo a la nada y, siendo la hora de cenar, y después del ímprobo esfuerzo de asistir, sin un simple canapé que llevarse a la boca. Dinero que estaría mejor y más dignamente empleado en ello, que gastarlo en ridículas torrecitas fareras y otras fruslerías, regalos de princesitas cursis y relamidas. La seca funcionaria que te ha comprometido, con el fin único de agradar al enchufado y foráneo charlatán de turno, te trata encima, la papanatas, con distancia, como si fueses un apestado, después de no satisfecha con enviarte la nota, aún se atreva a llamarte por teléfono con la intención de comprometerte. Cosas increíbles, propias de la torpeza de este miserable, arrogante, y paleto funcionariado, en su mayoría, que no todos, cuyos representantes, tontamente creyéndose, en su estupidez, alguien importante, como la gallina loca, de cresta inservible, con la fea cabeza erguida, y mirando de lado con el ojo glauco, hacen y deshacen a su antojo, y lo que es peor, con el consentimiento de la mayoría de las bobaliconas autoridades políticas de todo nivel, quienes, por lo que se lleva visto hasta ahora, carecen de talento y criterio, para realizar un plan serio y racional en el campo de las artes plásticas. ¡Que se dejen de saqueos y sirvan a sus ciudades y a sus gentes! ¡Para eso están ahí!, no para lo otro. A veces pienso que los artistas de esta Coruña carecen de sangre.
Ningún gobierno, en esta España de mis amores, y en esta Coruña de mis dolores, nos ha tenido en cuenta jamás, al menos en la medida en que nos lo merecemos, si no es después de muertos, y solo para beneficiarse de manera artera de lo que hemos dejado. Aves carroñeras que se nutren de la grandeza de una obra, que es la vida misma del autor, dejada a jirones, y plasmada en esos lienzos, a veces, con muchas escaseces, dolor y lágrimas, aún a sabiendas del abandono en que nos tienen aquellos granujas, que por responsabilidad y obligación, debieran tomarnos más en cuenta. Y para mayor desvergüenza, cuando una institución, llámese ayuntamiento o Xunta o cualquier otra, si después de mucho papeleo y gran favor dentro de los trámites encaminados a la realización de la exposición, no solo estás obligado a regalar una obra a esa institución, si no que los funcionarios más cercanos al trámite, de alguna manera te harán saber que quieren un cuadro tuyo, por supuesto regalado. Verdaderamente un desvergonzado saqueo al artista. Cuando debiera ser la institución quien pagase por disponer durante un tiempo de tal colección. Parece un mundo totalmente al revés.
Es bien triste ser inteligente, artista, brillante, y nacer y vivir en este injusto país que de tal manera maltrata a sus mejores hombres y mujeres.
¿Cuando van a darse cuenta de la tremenda deuda que tienen contraída con nosotros los gobiernos de nuestra amadísima España y de nuestra santurrona Coruña?
Es hora ya de que se nos considere como nos merecemos, y a través de los medios, que de vez en cuando debieran tocar este asunto, pero seriamente, lo divulguen, y de esta manera fomentar el interés de las familias, mecenazgo empresarial e institucional, hacia este bien tan preciado que es el arte. Ya estamos hartos de ver a la mayoría de tontuelos políticos y el coñazo futbolero copando todos los medios. ¡Nos quieren convertir en un país de sonámbulos! En Roma pan y circo, en España, antes pan y toros, y ahora, y desde hace años fútbol y políticos. El pan con la crisis ya escasea. ¡Que vergüenza!
Y además opino, que el potencial armamentístico de EE.UU. debiera ser destruido.

Eduardo Fernández Rivas
Fiunchedo 13
15160 Sada—A Coruña

jueves, 28 de julio de 2011

MILLÁN ASTRAY



MILLÁN ASTRAY: HIJO PREDILECTO DE LAS CALDERAS DE PEPE BOTERO POR FLAGRANTE DELITO DE PERDUELLIO

¿Será atrevimiento; torpeza, o será afinidad ideológica franquista, o sencillamente las tres combinadas, la de la magistrada del TSXG, que ordena la reposición del título de hijo predilecto de La Coruña al señor Millán Astray? Fundador de la legión, y de tan funesto recuerdo por traidor a la II república y golpista irredento (alta traición, perduellio, o crimen maiestatis en la república de la Antigua Roma), comportamiento que tapó sus actos heroicos en la guerra con Marruecos de principios de los años veinte del pasado siglo. Casado con la casta a perpetuidad Elvira Gutiérrez de la Torre, hija del general Gutiérrez Cámara, ¡qué cosas más raras y reaccionarias hacían aquellos generales!
¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!, Dijo Millán Astray, fanatizado con la filosofía bushido, mal entendida y de esa manera asumida, y que glorifica, según ese código samurai, a la muerte por encima de la vida, durante la celebración de la Fiesta de la Raza, en el paraninfo de la Universidad de Salamanca, donde en presencia de Franco y su esposa, entre otras importantes autoridades del régimen fascista, y aclamado por los falangistas. El escritor José María Pemán, en un intento de calmar los ánimos, aclara: ¡No! ¡Viva la inteligencia! ¡Mueran los malos intelectuales! Miguel de Unamuno, rector de esa universidad, sin amedrentarse, continúa: “Éste es el templo de la inteligencia, y yo soy su sumo sacerdote. Estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho." De todas maneras, y volviendo a la filosofía bushido que ensalza al guerrero samurai o caballero andante medieval, de honor prístino que glorifica la muerte, podemos decir, que el poderoso cerebro de Miguel de Cervantes ya se burla escarneciéndolo, tanto a él como a tal filosofía, en su incomparable Don Quijote de la Mancha. Millán Astray, por lo tanto, un ridículo y anacrónico caballero andante o samurai, muy peligroso a tenor de los hechos. Después de leer estas cosas, ¿todavía habremos de sentir ganas de reponer aquel título de “Hijo Predilecto de La Coruña”, aunque se argumente que fue otorgado en el año de 1922, y por lo tanto mucho antes del golpe franquista? No debemos olvidar que el último testamento anula los precedentes, y si el testador lo modifica, cambia o anula, es porque el comportamiento del heredero ha dejado de ser el adecuado. El caso es el mismo. Si bien aquel título fue otorgado mucho antes del golpe de Franco, no es menos cierto, para mayor abundancia, que el golpe de estado del Gobernador de Cataluña; el general Primo de Rivera, fermento del posterior de Franco, se gestaba en esos momentos de tal condecoración coruñesa, estallando el 13 de septiembre de 1923 con la anuencia y simpatía del prognato rey Alfonso XIII. Por lo tanto, y al menos en mi humilde opinión, el posterior y recalcitrante comportamiento de José Millán Astray, anula aquel honorable título de tal manera inmerecido. En cualquier familia, el hijo predilecto deja de serlo cuando este, y por voluntad propia, se convierte en delincuente.

Eduardo F. Rivas
Lugar de Fiunchedo; 27-07-2011

viernes, 22 de julio de 2011

EL BOTÍN DE LOS FRANCO



Foto 1: "Pazo de Meirás" Cuadro al óleo realizado por Rivas en 1967

Foto 2: "La momia de un Tirano"

EL BOTÍN DE LOS FRANCO


¿Cómo se puede permitir que una familia que durante más de cuarenta años, y por lo que se ve, a tenor de lo que sigue, continúen burlándose de la sociedad española, y de la gallega y coruñesa en particular? ¿Cómo se puede consentir que esos epígonos de ambos géneros utilicen a su antojo la que sin duda es la joya del botín de los Franco: el Pazo de Meirás, saqueado a este país durante aquellos años de oscuridad y tinieblas? Únicamente un estado que de alguna manera tiene las manos atadas, debido quizás a una judicatura interesada, y lo que es peor, dependiente hereditaria en su mayoría, de aquel sistema autoritario, buscada también esa mayoría, por sus epígonos, quienes alentados por sus progenitores al estudio, por clara estrategia política, de ese tipo de carreras que conducen al poder judicial, con la finalidad de procurar ejercer tales cargos, para así poder continuar en la protección de los antiguos privilegios concedidos por el general Francisco Franco, aquel traidor y golpista que arruinó a España, y a la que convirtió desde la cueva de Ali Baba, que eran todos y cada uno de sus gobiernos, en el territorio privado en el que cosechaba y saqueaba todo aquello que él, su familia y allegados, apetecían.
El Pazo de Meirás, la joya escamoteada del botín de tales saqueos, una vez conseguida una mínima liberación en el asunto de las restringidas visitas, ahora nos vienen esos epígonos con la desvergüenza que los define, negando el derecho de un pueblo y negando la justicia, prohibiendo, como rancios señoritos de cortijo, durante el mes de agosto, aquello que tanto ha costado conseguir. Una venta forzada mediante una articulada extorsión social, como se ha demostrado que ha sido la de esa mansión; por otro lado, de orígenes más nobles y literarios de esa manera mancillados, no puede considerarse, en virtud de una justicia limpia y sana, como algo verdaderamente legal, al concluir en regalo de adulones esbirros como soborno a un golpista, que aunque hasta hoy impune, sin legalidad democrática alguna. Por lo tanto, tendría que hacerse una revisión del caso a través de instancias europeas, ya que en esta España, y por lo dicho, acerca de las sospechas de una judicatura torcida, no hay ni eficacia en el caso, ni ganas de que la haya. El caso Garzón podría servirnos de ejemplo. En este país el ámbito judicial necesita una limpieza a fondo, los bajos de las alfombras están llenos de mierda golpista, y como los huevos de las dañinas alimañas, y también ocultos por sus ponedores, están siempre, aunque la habitación aparente limpieza, eclosionando continuamente como infecciosa enfermedad, para desgracia de tal estancia y sus infelices moradores.

Eduardo Fernández Rivas
Lugar de Fiunchedo: 16-07-2011

viernes, 8 de julio de 2011

ROBO DE OBRAS DE ARTE
















ROBO DE OBRAS DE ARTE AL CONOCIDO ARTISTA RIVAS

Fotos de las quince obras de arte pertenecientes a una colección de diecisiete titulada: “Pharaonica Phenomena”, robadas en Italia (Milán) al artista gallego Eduardo Fernández Rivas en octubre del año 2000 cuando viajaban con destino a Bolonia para ser expuestas en la galería Gnaccarini de esa ciudad, una de las capitales europeas de la cultura en ese año. INTERPOL que desde entonces las busca todavía sin éxito, si bien dicen estar en el camino correcto, según informó al artista recientemente.