viernes, 22 de julio de 2011

EL BOTÍN DE LOS FRANCO



Foto 1: "Pazo de Meirás" Cuadro al óleo realizado por Rivas en 1967

Foto 2: "La momia de un Tirano"

EL BOTÍN DE LOS FRANCO


¿Cómo se puede permitir que una familia que durante más de cuarenta años, y por lo que se ve, a tenor de lo que sigue, continúen burlándose de la sociedad española, y de la gallega y coruñesa en particular? ¿Cómo se puede consentir que esos epígonos de ambos géneros utilicen a su antojo la que sin duda es la joya del botín de los Franco: el Pazo de Meirás, saqueado a este país durante aquellos años de oscuridad y tinieblas? Únicamente un estado que de alguna manera tiene las manos atadas, debido quizás a una judicatura interesada, y lo que es peor, dependiente hereditaria en su mayoría, de aquel sistema autoritario, buscada también esa mayoría, por sus epígonos, quienes alentados por sus progenitores al estudio, por clara estrategia política, de ese tipo de carreras que conducen al poder judicial, con la finalidad de procurar ejercer tales cargos, para así poder continuar en la protección de los antiguos privilegios concedidos por el general Francisco Franco, aquel traidor y golpista que arruinó a España, y a la que convirtió desde la cueva de Ali Baba, que eran todos y cada uno de sus gobiernos, en el territorio privado en el que cosechaba y saqueaba todo aquello que él, su familia y allegados, apetecían.
El Pazo de Meirás, la joya escamoteada del botín de tales saqueos, una vez conseguida una mínima liberación en el asunto de las restringidas visitas, ahora nos vienen esos epígonos con la desvergüenza que los define, negando el derecho de un pueblo y negando la justicia, prohibiendo, como rancios señoritos de cortijo, durante el mes de agosto, aquello que tanto ha costado conseguir. Una venta forzada mediante una articulada extorsión social, como se ha demostrado que ha sido la de esa mansión; por otro lado, de orígenes más nobles y literarios de esa manera mancillados, no puede considerarse, en virtud de una justicia limpia y sana, como algo verdaderamente legal, al concluir en regalo de adulones esbirros como soborno a un golpista, que aunque hasta hoy impune, sin legalidad democrática alguna. Por lo tanto, tendría que hacerse una revisión del caso a través de instancias europeas, ya que en esta España, y por lo dicho, acerca de las sospechas de una judicatura torcida, no hay ni eficacia en el caso, ni ganas de que la haya. El caso Garzón podría servirnos de ejemplo. En este país el ámbito judicial necesita una limpieza a fondo, los bajos de las alfombras están llenos de mierda golpista, y como los huevos de las dañinas alimañas, y también ocultos por sus ponedores, están siempre, aunque la habitación aparente limpieza, eclosionando continuamente como infecciosa enfermedad, para desgracia de tal estancia y sus infelices moradores.

Eduardo Fernández Rivas
Lugar de Fiunchedo: 16-07-2011

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