PODEMOS Y RESPUESTA A UN PIOJO DE RISA

PIOJOS MOLESTOS Y DEMÁS MORRALLA Y a esos piojos molestos, criaturas despreciables y de poca sangre, cuando se agitan rabiosos fuera del tiesto que es casi siempre, y dicen en su frustración lo que no es, ni considerarlos. Su vida, si de natural es corta, también es cierto que con unos fumigados ad hoc desaparecen antes y sin dejar huella. Es una pena pero nadie los quiere por molestos, holgazanes, chupones, delincuentes, y desabridos. Y como no hay mayor desprecio que no dar aprecio, pues eso, ni caso y cada uno a lo suyo… ¡Pobre criaturita! Y que entre la morralla se entiendan. Cada uno en su sitio. Y con esta, y definitiva, remato estas crónicas para sarnosos. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 09-07-2014