LA INFANTA Y LA ESTUPIDEZ PATRIA

LA INFANTA IMPUTADA Estamos hartos de tanta infanta y tanta bobería. Me da igual que vaya en coche a los juzgados o que descienda en golondrina o a lomos de un águila real bicéfala. Lo que queremos en este país es que declare y diga la verdad. Si se declara inocente cargará de manera desleal sobre su marido todas las culpas de los delitos imputados. Y si tal como debiera ser entre personas con honor y dignidad, admitiese su complicidad al cincuenta por ciento quedaría mucho mejor, al menos en el ámbito de la lealtad obligada por las actas católicas matrimoniales y por el inmenso amor que dice profesarle. Por otro lado ¿Quién es esa señora sin mérito alguno que la distinga, como a toda esa familia, para que se le de tanta importancia, si no es más que una persona común sin hecho relevante alguno en el ámbito social e intelectual y aún otros? Aquellos que no creemos en dioses ni en reyes estamos verdaderamente hartos de la bobería mediática en torno a esa familia que cobra cantidades inmensas por hacer nada provechoso para el país. Solo vivir de gorra y de desprecio hacia los demás. Aún encima de que a lo tonto les pagamos generosamente se ríen de nosotros de manera indecente e injusta. No hay mayor estupidez ciudadana que el consentir ese tipo de afrentas sin una respuesta contundente. Reinan mediante argucias. Jamás la sociedad española ha sido consultada en referéndum para la admisión de tal comedia regia. La subvencionada estulticia mediática forma parte importante de ese entramado propagandístico medieval y caciquil. No debieran hacer caso a tales tonterías e ignorarles hasta el momento de las declaraciones y del juicio si lo hubiere, como manda el rigor. Que declare como cualquier persona, y los jueces sentencien en razón y derecho como se haría con otra ciudadana más. Claro que en este país ya nos tienen acostumbrados desde la judicatura, a ciertas argucias que en realidad no son más que una especie de colusión solapada originada dentro de un vasallaje obsceno. Vamos a ver qué es lo que sale de todo este sucio asunto. Fuera se ríen de nosotros. La mayoría ciudadana, de todas maneras ya hemos sentenciado ¡culpable! Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 31-01-2014