viernes, 22 de noviembre de 2013

DIOSES, POLÍTICOS, Y DEMÁS PODEROSOS

LOS DIOSES, LOS POLÍTICOS, Y DEMÁS PODEROSOS Así como los dioses no existirían si el ser humano que los creó no estuviese sobre la tierra, lo mismo los políticos de todo rango y nivel tampoco estarían en sus poltronas y cargos sí esos mismo seres humanos no los colocasen ahí. A buen seguro que los cocodrilos, los monos, los perros, los gatos o las cornejas, jamás crearían tales entidades ingratas, y castas desconsideradas que se apoderan, tras situarse en aquellos cargos, de las voluntades del humano ser con la finalidad única de servirse de ellos para sus propios fines e intereses. Un mundo al revés es el que conocemos por haber permitido que los que tendrían que ser, divinidades incluidas, quienes debieran servirnos y tratarnos como príncipes, ya que a nosotros, tanto los unos como los otros, deben su existencia y poderío. Es necesaria una revolución social verdadera para poner las cosas en su sitio. Ni los dioses son buenos ni los mandatarios tampoco. Son estructuras enquistadas y perversas sin racionalidad ni bondad alguna. La virtud y el trabajo que levantan a las naciones se originan y procesan en las grandes masas sociales que luchan para el desarrollo de los estados. Los de arriba, tanto dioses y diosas con sus cortes de sacerdotes y sirvientas, qué injustificadamente nos maltratan sometiéndonos a la esclavitud física y moral dentro del engaño y la estafa más profunda y vil, debieran ser puestos a cuestión y en manos de una justicia verdadera, equitativa y ecuánime, que pusiera las cosas en su sitio. El mundo sería otro, y a buen seguro mucho mejor dentro de la verdad y la distribución de unas rentas ahora, y desde siempre, en manos de los mismos trapaceros que son nuestros verdugos. Debemos de hacérselo entender con la fuerza que da la verdad y las herramientas adecuadas, necesarias, y justas. Una revolución desde abajo hacia arriba. Hoy la sociedad mayoritaria está preparada para comprenderlo y actuar en consecuencia. Busquemos entre nosotros el multiforme liderazgo adecuado. Las estructuras democráticas actuales son una falacia, y mayormente en nuestro país en comparación con los del entorno. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 22-11.2013

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