domingo, 16 de diciembre de 2012

LEYES Y NORMAS POLÍTICAS EN ESPAÑA

LEYES Y NORMAS: LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA
La mayoría de las leyes y normas que rigen en este país no nos sirven. Son ajenas a nuestro sentir, dignidad, y necesidades. Diseñadas y emitidas por gentes que jamás han vivido como nosotros, o bien que debido al nuevo estatus ya lo hayan olvidado. Han quebrado escandalosamente el pacto social. Estamos comprobando que únicamente son válidas para su propia autoprotección. Por lo tanto, debemos protestarlas, y directamente desde asambleas populares promulgar las nuestras. La oligárquica burbuja política, poderosa e inflada de nepotismos con cargos socialmente inútiles y un excesivo funcionariado amiguista, se embolsa enormes dividendos de todo tipo y procedencia, parapetada en privilegios disparatados. El español es un sistema político corrupto y muy alejado de la democracia verdadera, trapicheado en una constitución de origen franquista, nunca firmada por el representante de una monarquía plagada de bandolerismo. ¡Un rey que juró fidelidad al golpe de estado de Franco arrodillado ante él! Debiéramos, desde abajo, cambiar este sistema de inmediato. Desde las calles y los múltiples medios y redes sociales, exigir la abolición de la monarquía como primer paso, sujetar a la iglesia, purgar los partidos, y proclamar la república. Listas abiertas, y todos a una, desobedecer aquellas leyes consideradas perversas, dóciles a poderosos lobbyes señores de la política y amos de los políticos. Un cambio de abajo arriba es lo que se necesita de inmediato para detener toda la estafa criminal que supone la mal llamada crisis. Una crisis es algo que sobreviene, pero ajeno a toda voluntad. Lo que tenemos es una estafa monumental. Ellos, que la crearon, ¡digan lo que digan!, jamás la detendrán. Les conviene que esa “crisis” continúe por mucho tiempo. ¡Basta ya de manifestaciones pacíficas! Desde detrás de los visillos de los ventanales de esos edificios confortables pagados por todos, se ríen de toda una ciudadanía en precario sin rubor alguno. Lo de Gonzalo Díaz Ferrán, con toda la culpa de su obsceno crimen, y hay muchos más, es solo una distracción mediática, y para que confiemos en ellos, cuando ha sido descubierto ese delito obra de detectives pagados por las víctimas de ese sinvergüenza, y nunca debido a las obligadas investigaciones de la justicia oficial que todos pagamos. ¡Es toda esta situación una burla grotesca y descarnada, estratégicamente dispuesta por los poderosos para empobrecer a la masa social, y así arrodillarla! La desesperación, como en la Edad Media, obligará a la mayoría a buscar el refugio de las iglesias y de los desvergonzados ministros de un inexistente dios. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 02-12-2012

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