El affaire José Manuel Soria
El asunto José Manuel
Soria, otro más de los chanchullos nepotistas propios de estos gobiernos de
profundo poso franquista.
Con el affaire Soria se
ha pasado este gobierno, según pensamos en esta humilde “Taberna do Croio”. Llevan
años dando apariencia de convocatorias libres y democráticas para elecciones de
este tipo y de otras. Y aunque jamás nos hayan engañado, esta sociedad
española, sobre todo aquella más afín a este tipo de gobiernos, unos por
ideología, otros por papanatismo consentidor y estupidez, y una mayoría de
cronología avanzada debido a miedos infundados pero intoxicadores , ha
permitido durante décadas tales barbaridades, impensables en una cultura
ciudadana verdaderamente democrática y seria. Nos las cuelan todas sin el menor
esfuerzo. Es como la tradición católica, la institución que más daño ha hecho
al ser humano, y ahí sigue como si nada. Este tipo de gobiernos que nos
desmadejan vilmente no hay que olvidar que viven y actúan en simbiosis profunda
con esa cruel institución vaticana que carece de fundamentos verdaderos para
ser creíble, y por su comportamiento mínimamente tolerable, este gobierno, a
tenor de sus escándalos, y que hasta hoy un sector social numeroso tontorronamente
perdona, tiene, sobre todo para aquellas personas formadas e informadas, la
misma credibilidad, es decir, ninguna. El sector mayoritario, o muy amplio por
miedo, tradición espuria, y arrodillamiento sigue con el trágala.
Lo de Juan Manuel Soria
y todo su enramado de explicaciones para lerdos es como el destape evidente de
la estructura chanchullera del gobierno de Mariano Rajoy. Explicaciones de sí
pero luego no, que únicamente un bobo puede admitir. Rajoy debiera, si tuviese
un poco de vergüenza y dignidad, hacerse a un lado y permitir que su partido
pudiese regenerarse, aunque a tenor de los escándalos propios lo tendrá muy
difícil. El castigo aunque esté en la institución judicial, el mayor y más
grande lo tiene la ciudadanía de este confuso y tristemente ambiguo país. Con
el asunto Soria debiera esta sociedad española despertar si quiere
dignificarse, de un triste letargo que
dura ya muchos lustros.
Eduardo Fernández Rivas
Lugar de
Fiunchedo-Sada; 08-09-2016
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