jueves, 11 de febrero de 2016

Caso Nóos; Jaume Matas y derivados

Aunque yo como moderador de esta humilde agrupación que es “A Taberna do Croio” no pueda implicarme en profundidad entre sus opiniones y reflexiones más profundas, es verdad que en el caso a tratar y en esta acta subsecuente, me atrevo con el permiso de la agrupación al completo apoyar su resolución. Por entre las confesiones de Jaume Mata en estos días se desliza, según las opiniones de los miembros de esta taberna, que el rey de entonces, Juan Carlos de Borbón es, aunque Matas lo niegue, y al menos presuntamente, la cabeza principal dolosa de todo ese entramado corrupto. Si el entonces presidente de Palma, el señor Matas, disponía que todo lo requerido por Iñaqui Urdangarín, a la sazón duque de palma, tenía puerta abierta dentro de un tratamiento que le elevaba muy por encima del resto de la ciudadanía española y de otras empresas que no podían entrar a concurso, sería debido a que alguien de extrema importancia estaría detrás. Esto se llama, por decirlo suavemente agravio comparativo y deslealtad social aberrante. El señor Urdangarín no era nadie sin la aquiescencia expresa o sibilinamente tácita de la cúspide de la real pirámide. Vamos, que aquí en esta humilde taberna no solo se baraja la implicación del rey emérito sino que alguno de sus miembros opina que D. Juan Carlos pudiese participar, en alguna medida, de los beneficios crematísticos que de tal comportamiento se pudiesen extraer. Yo como moderador y únicamente redactor de estas actas puedo decir que también, y sin que sirva de precedente, apoyo la opinión mayoritaria de que el entonces rey y padre del actual, es posible que estuviese implicado en tales asuntos. Resulta muy sospechoso que durante aquellos días de la abdicación, como un poseso exigiese el aforamiento que le blindaba. Una persona honesta, proba, y honrada, no necesitará jamás de tales protecciones siempre sospechosas, cosa que por otro lado, al admitirlas o exigirlas, les sitúan inconstitucionalmente muy por encima del resto de la ciudadanía, y a quien de esta manera convierten en súbditos sumisos y burlados. Si esto es así, que aquí nadie lo sabe, pura conjetura, sería un escándalo de proporciones gigantescas. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo-Sada; 11-02-2016

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