sábado, 25 de junio de 2016

Brexit: harto de necios, bandidos, y torpes

Brexit: posibles orígenes y fundamentos Si bien es cierto que UK jamás sucumbió ni estuvo dentro al completo de la UE, sintiéndose más próximo a su sobrino nieto EE.UU, no es menos cierto que las políticas expresas de una troika imperial castigando por decreto en una injusta tabula rasa a la ciudadanía de aquellos países con mayores problemas, desgraciando con todo tipo de impuestos y recortes infames a las mayorías trabajadoras e inocentes, premiando en un acto de injusticia profunda a los verdaderos culpables: políticos corruptos y de puerta giratoria, grandes fortunas, banqueros, empresarios de fuste y guante blanco, clero católico etc., símbolos todos del latrocinio más espantoso y descarado, ejercido sobre una caja pública que entre todos los trabajadores y trabajadoras llenamos, arruinando así los países. No se preocupó esa troika imperial en esta especie de decadencia y desmoronamiento del nuevo Imperio Romano de exigir la búsqueda de culpables, señalarlos, y obligarles a devolver lo robado, y penas carcelarias, al tiempo que promover una fiscalización retroactiva sobre aquellas fortunas y empresas que burlan sus deberes, ocultas en la mano dulce y suave de unos políticos degradados, y agraviantes contra la inocente mayoría trabajadora estratégicamente hipotecada de la que se nutren, y sin posibilidades de reacción, pero que es quien levanta y enriquece los estados. La desmembración de la UE, si no se actúa con racionalidad y justicia objetiva, podemos decir que ha comenzado. Una Merkel imperialista, como coronada en Aquisgrán a la manera de un Carlomagno con faldas, debiera ser depuesta lo mismo que su troika, y buscar la manera de que los estados miembros de la UE elijan democráticamente aquellos representantes adecuados que realicen una labor de investigación fiscalizadora, castigando a los culpables y restaurar así el estado de bienestar de la inocente clase media, premiándola por su lucha incansable y desvelos para engrandecer a los estados. De haber sido así, jamás el Brexit y los que puedan venir se darían. Cuando hay justicia todo fluye con alegría, y acuden las ganas de trabajar dentro de la dignidad compartida. De tal manera la felicidad se establece. Luchemos por ello y pongamos las cosas en su sitio. Saquemos de sus cargos a quienes no se lo merecen. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo-Sada; 25-06-2016

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