viernes, 16 de octubre de 2015

Asunta Basterra y su tragedia

El caso Asunta Basterra No soy médico ni farmacéutico, ni siquiera conocedor básico de los principios de tales ciencias. Únicamente como usuario y observador conspicuo puedo, de alguna manera, aportar reflexión acerca del triste y espeluznante caso del asesinato de Asunta Basterra Porto. En mi opinión, una posible y psicótica derivada retadora tras la muerte sospechosa e irregular de los padres de Rosario Porto. Me atrevo a decir que la primera vez que pude contemplar el rostro de esta mujer, al inicio del proceso, me pareció, aparte del lenguaje fisionómico gestual de ese rostro, sobre todo en su bailarina mirada y su verbo, que algo se manifestaba extraño y fuera de lo normal. Luego también, sus andares y sobre todo el movimiento de brazos y manos, me dieron la sensación de que algo extraño se manifestaba en toda su persona física e interna. La ingestión continuada y prolongada de anseolíticos conlleva alteraciones profundas en el comportamiento de los usuarios. Obsesiones y manías, que si de natural les son propias en acciones contenidas y reflexionadas, se han de ver alteradas de manera profunda y disparatada, como brotes psicóticos que pueden llevar a la acción de hechos desagradables y a veces trágicos. Esas personas luego, tienen una conciencia de los hechos, cuando menos confusa y carente de arrepentimiento o responsabilidad emocional ya que no consideran, debido a esa alteración neuronal, que el hecho vaya con ellos, mostrándolo sibilinamente como ajeno, e incluso lo pueden negar, y lo que es peor, responsabilizando arteramente a los más cercanos. Sufren por otro lado, las consecuencias de la acción, derramando lágrimas de dolor por la pérdida de ese ser querido, como es el caso de Asunta Basterra. La persona o personas que conviven con ese tipo de enfermos de tal forma inducidos, se ven desesperadamente y angustiosamente impotentes para ayudarles. No les queda otro remedio que aguantar estoicamente lo que hay y lo que venga. El mono producido por la retirada de tales medicamentos resulta de tal escándalo y dolor que esos médicos que recetaron el anseolítico a perpetuo se ven ahora incapaces para la solución. Pienso que Rosario Porto y su marido el señor Basterra con la consecuencia trágica del asesinato de Asunta, pudiese moverse en esta línea. Pero como al principio dejo dicho, yo de estas cosas nada se. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo-Sada; 16-10-2015

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