domingo, 10 de marzo de 2013

LA CRISIS Y LA DÉBIL ESPERANZA

LA CRISIS Y LA DÉBIL ESPERANZA Nos encontramos, para nuestra desgracia y miseria, en manos de una serie de políticos inútiles y avariciosos de ambos géneros. Se han demostrado ineficaces y carentes de ideas para llevar la situación actual a su fin. Políticos y financieros, han sido desde siempre los peores gestores públicos, sobre todo cuando se asocian, además, con las grandes empresas, con la finalidad única de perpetuarse en los cargos para controlar aquellas leyes que les podrían perjudicar, y así delinquir sin trabas. Se me ha dicho, no hace mucho, que la situación era tan desesperada que no existía futuro. Esto me pareció algo tan deprimente y derrotista que no acepto semejante discurso. La historia nos muestra momentos de terribles plagas, guerras y miserias de las qué, de una u otra manera, se ha ido saliendo. Yo no se, también es verdad, donde encontrar ese orificio perdido en la múltiple y variada trama de la corrupción, por donde pudiese colarse la esperanza que nos haya de proveer de nuevo de un alentador futuro. Pero lo que si sé es que las manos y los torpes cerebros que nos gobiernan, y sus alternativas, no serán quienes solucionen lo que ellos mismos han destrozado. Las gentes de la cultura y del arte, los humanistas, han sido apeados, y desde hace tiempo, por molestos a los poderes, de la participación social, y dentro del ejercicio de gobierno de todo tipo. Ellos y ellas fueron siempre, y desde antiguo, quienes han tenido la visión más clara y humana, ¡ahí les duele a nuestros poderosos!, de cómo solucionar los grandes problemas. Son esas gentes de creativos cerebros y sensibilidades múltiples, quienes poseen las ideas más brillantes y claras para arreglar las situaciones más difíciles, y aún con menor gasto. A los mejores de entre ellos y ellas, se les ha expulsado, y a los otros, silenciado con dádivas y sobornos que aceptaron sin rechistar. En España, como antaño, no se les oye. En una mayoría de medios sometidos no se les da cancha. Los han dejado sin voz. Esa voz que alegra y altera positivamente los corazones y hace funcionar a toda clase de cerebros. Exijamos su reposición en los medios y en todo tipo de foros e instituciones. ¡Queremos oír sus voces y sugerencias! Lo que tenemos, y sus alternativas oficiales, como dejamos dicho, no nos sirven. Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo; 10-03-2013

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