lunes, 11 de marzo de 2013
LA CRISIS Y EL ENTRAMADO ACADÉMICO DE LA DOCTRINA CATÓLICA
LA CRISIS Y EL ENTRAMADO ACADÉMICO DE LA DOCTRINA CATÓLICA
Durante el extenso período franquista, es bien sabido que la iglesia católica todo lo dominaba y controlaba. Desde los gobiernos de diferentes ámbitos hasta todos los niveles de enseñanza. Sus representantes todo lo presidían. Con el advenimiento del nuevo sistema democrático, hubo esa institución de buscar de inmediato la manera de no perder aquella influencia. Los colegios religiosos, no solo consiguió que se mantuvieran, sino que se crearon muchos más. Entre ellos los llamados, de manera eufemística y solapada, con la finalidad de recibir fondos públicos: concertados. La universidad, si antes era pública, la doctrina como ya dejamos dicho, estaba inserta en sus actividades. El adoctrinamiento rancio y conservador primaba en todo, así como el desprecio internacional por nuestras autoridades y títulos universitarios, y la conmiseración hacia la ignorante, sufriente, y engañada sociedad española. Con los vientos de cambio producidos tras la muerte del dictador, la necesidad también les empujó a la creación de universidades privadas con su ideología bien establecida.
De esos colegios religiosos y concertados, así como de las multiformes universidades privadas dentro de esa ideología católica, sale cada año el alumnado titulado, casi con oficio fijo o carrera colocada: periodistas, políticos, funcionariado, empresarios y todo tipo de mandamases y responsables. Aquellos que hayan estudiado, y aún habiendo sido titulados en sus correspondientes facultades, en los centros públicos de enseñanza media o universitaria, han de buscarse la vida esforzadamente. De ahí se desprende que aún personas adultas de manifestado agnosticismo, al haber sido su formación profundamente católica, tienen muy difícil el romper definitivamente con aquellos principios. Todo ello se sustancia en que la gran mayoría de responsables de este país, en todos los ámbitos, provienen de esos centros de formación católica. Comprendido esto, será bien fácil el porqué resulta tan difícil el verdadero cambio ideológico hacia las libertades de todo tipo en este país. Tiene, de una manera o de otra, es decir, con su profundo dogmatismo por un lado, y por el otro permitirlo quienes aún abandonando esas creencias y comportamientos, aún sienten un temor reverencial hacia aquella doctrina que aprendieron y que tan beneficiosa les fue, para encontrar trabajos de enjundia. Hay por ambos lados una complicidad respetuosa y blanda que perjudica los intereses de una mayoría democrática y ralentizando profundamente la paridad con los estados progresistas y avanzados. La cuestión de un verdadero cambio en España hacia las libertades y una verdadera democracia, con tales premisas, será muy lenta y difícil. Por algo la doctrina católica imprime carácter. Por lo tanto continuaremos, y por mucho tiempo, inmersos en un sistema, preñado de una doctrina llena de supersticiones; icónica, anacrónica, y perjudicial. Y dentro de un dogmatismo católico que asfixia toda posibilidad de un positivo cambio real que de luz y alegría a una sociedad, todavía en parte, y aún que no lo sepa, tristemente arrodillada. Las sotanas en España, todavía continúan con su negro imperio, derivado del reticular y astuto sistema de enseñanza que todo lo impregna.
Eduardo Fernández Rivas
Lugar de Fiunchedo; 11-03-2013
domingo, 10 de marzo de 2013
LA CRISIS Y LA DÉBIL ESPERANZA
LA CRISIS Y LA DÉBIL ESPERANZA
Nos encontramos, para nuestra desgracia y miseria, en manos de una serie de políticos inútiles y avariciosos de ambos géneros. Se han demostrado ineficaces y carentes de ideas para llevar la situación actual a su fin. Políticos y financieros, han sido desde siempre los peores gestores públicos, sobre todo cuando se asocian, además, con las grandes empresas, con la finalidad única de perpetuarse en los cargos para controlar aquellas leyes que les podrían perjudicar, y así delinquir sin trabas.
Se me ha dicho, no hace mucho, que la situación era tan desesperada que no existía futuro. Esto me pareció algo tan deprimente y derrotista que no acepto semejante discurso. La historia nos muestra momentos de terribles plagas, guerras y miserias de las qué, de una u otra manera, se ha ido saliendo. Yo no se, también es verdad, donde encontrar ese orificio perdido en la múltiple y variada trama de la corrupción, por donde pudiese colarse la esperanza que nos haya de proveer de nuevo de un alentador futuro. Pero lo que si sé es que las manos y los torpes cerebros que nos gobiernan, y sus alternativas, no serán quienes solucionen lo que ellos mismos han destrozado. Las gentes de la cultura y del arte, los humanistas, han sido apeados, y desde hace tiempo, por molestos a los poderes, de la participación social, y dentro del ejercicio de gobierno de todo tipo. Ellos y ellas fueron siempre, y desde antiguo, quienes han tenido la visión más clara y humana, ¡ahí les duele a nuestros poderosos!, de cómo solucionar los grandes problemas. Son esas gentes de creativos cerebros y sensibilidades múltiples, quienes poseen las ideas más brillantes y claras para arreglar las situaciones más difíciles, y aún con menor gasto. A los mejores de entre ellos y ellas, se les ha expulsado, y a los otros, silenciado con dádivas y sobornos que aceptaron sin rechistar. En España, como antaño, no se les oye. En una mayoría de medios sometidos no se les da cancha. Los han dejado sin voz. Esa voz que alegra y altera positivamente los corazones y hace funcionar a toda clase de cerebros. Exijamos su reposición en los medios y en todo tipo de foros e instituciones. ¡Queremos oír sus voces y sugerencias! Lo que tenemos, y sus alternativas oficiales, como dejamos dicho, no nos sirven.
Eduardo Fernández Rivas
Lugar de Fiunchedo; 10-03-2013

LA CRISIS ESPAÑOLA Y LOS ARGONAUTAS

LA CRISIS ESPAÑOLA EN TODO SU ESPLENDOR Y GLORIA
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