miércoles, 3 de agosto de 2016

El final del maniqueísmo político en España

España y la situación política actual
Un país como es España, acostumbrado durante estos años de una democracia contaminada de franquismo, a una política dentro de una línea de un maniqueísmo profundo desarrollada entre dos partidos que más o menos cómodamente se alternaban como en un juego de pin pon, queda confundida y desarmada ante los matices que han surgido y que de maniqueísmo se convierte en un pluralismo sano e ilusionante.
El resultado de las urnas, tanto la del 20D como la del 26J, con toda su diversidad pone de manifiesto la madurez de la ciudadanía y la torpeza de nuestros líderes políticos que no saben hallar la solución y el dialogo adecuados para lograr pactos y acuerdos sensatos y proclives a la felicidad ciudadana. Las leyes y la Carta Magna, en este sentido resultan asimismo poco o nada eficaces para resolver la situación. Una situación por demás salida del sentido común y diverso propio de la variada ciudadanía. La anacrónica monarquía con un rey de parapilla resulta también un elemento entorpecedor para el desarrollo democrático y moderno, dentro del progreso más actual, como para ayudar a solucionar la situación. Más bien la dificulta dentro de un oropel regio, en desuso y casposo, qué únicamente se sostiene por criterios vaya Vd. a saber porqué, además de por cobardía política y refugio de maleantes dorados. Un tropiezo de corona, cetro y manto real medieval que todo lo embarra. De no existir monarquía todo habría de ser más fácil y rápido, sin tanto protocolo de las narices y en nombre de la vacuidad más absoluta.
Los dos resultados electorales son la expresión más clara y contundente de una ciudadanía actual y diversa, que deja bien claramente expresado el final rotundo de ese maniqueísmo enfermizo y soberbio, dentro de aquella seguridad de la alternancia PP PSOE. Todo eso se ha ido al traste y no regresará jamás. Exigimos de esos líderes políticos que se pongan las pilas si las tienen qué lo dudo, y arréglense ya. La ciudadanía está harta de todos ustedes, ya que se muestran incompetentes e incapaces. Hay que limar envidias personales, rencores, y líneas rojas, moradas, y naranja. ¡Pónganse a trabajar si es que saben, pandilla de inútiles!

Eduardo Fernández Rivas

Lugar de Fiunchedo-Sada; 03-08-2016

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