Monarquías trasnochadas

Premios Princesa de Asturias Pero que chorrada eso de los premios Princesa de Asturias y antes príncipe de Asturias. ¡Qué bobadas de trascendencia inane! Pretensiones propias de gentes sin sentido de la realidad. Oropeles trasnochados repletos de caspa más que medieval. No queremos príncipes ni princesas, ni reyes ni reinas, ni monarquías anacrónicas, gravosas para el erario público y sin beneficio alguno para una sociedad mayoritariamente en precariedad múltiple cargada de necesidades infinitas y básicas. Una burla imperdonable entre otras muchas más a las que nos tiene acostumbrado este sistema democrático de parapilla coronada en el que nos movemos. Unos premios sin calidad ni base alguna, qué para lucirse y mostrarse al mundo necesitan ser otorgados a personalidades foráneas de cierta trascendencia como es el caso actual de un Francis Ford Coppola que ni siquiera consideró el recibimiento musical gaitero que entonaba ranciamente el vals de su película “El Padrino”, en un gesto de mala educación, también es verdad, cuando bajaba del auto que le conducía al hotel Reconquista. Por mucho que se maten en tratar de colocar esos premios en el top del ranking mundial jamás lo conseguirán, ya que están vacios de verdad y sustancia que les sostenga. El premio Nobel, debido a sus valores serios y reconocidos, encumbra a quienes lo reciben. Los premios “Princesa de Asturias” son como un barniz que estos adquieren al ser otorgados a personalidades de cierto relumbrón farandulero como es el caso. Me da vergüenza que en España sucedan tales disparates, entroncados en el despropósito que supone esta monarquía borbónica más propia de cuentos de hadas y chistes, si no fuera por su elevado coste, qué de un sistema político serio y acorde con los tiempos y la elevada preparación social de la que España por fin puede presumir. ¡No queremos monarquía!, queremos ya referéndum a la búsqueda necesaria de una república moderna que nos dignifique a todos por igual sin iconos coronados por la gracia de dios. ¡Monarquía, qué tontería, propia de súbditos, vasallos, y esbirros! Eduardo Fernández Rivas Lugar de Fiunchedo-Sada; 22-10-2015